En estas fechas muchos padres están en ese terrorífico momento en el que han de «decidir» (en principio) el lugar donde escolarizar a sus hijos. Hace unas semanas comenzaron las Jornadas de Puertas Abiertas en muchos centros, las cuales deberían ayudar a tomar esta (teórica) decisión.
Jueves, salgo del trabajo antes de la hora. Como llego con tiempo, curioseo el recinto. Nada más pasar al hall, siento un nudo en la garganta. «Esto es muy grande», pienso. Mi hijo tiene sólo 2 años. Esto no es una escuela infantil… Es un colegio. No es un lugar pequeño, acogedor, cálido, como la escuela en la que tuve que dejarle desde los 6 meses. Elegí esa escuela, entre otras cosas, porque era pequeñita y, así, mi bebé no se «perdería» entre tanta gente. Parece que eso se terminó. «Mi bebé mayor… mi niño pequeño… va a entrar aquí», pienso, «rodeado de gente grande subiendo y bajando pasillos, gente que no conoce.» ¡Con lo poco que le gusta…!
Conforme avanzan los minutos, voy superando la congoja y, afortunadamente, me va gustando más el centro. No mezclan Infantil con Primaria. Los más peques comen antes, duermen siesta, tienen su propio patio y les cambian de ropa sin problemas si tienen algún escape. No tienen libros, trabajan por proyectos. Veo los «rincones» en las aulas. No les gustan nada los deberes. Ya había oído que el AMPA trata de inculcar la filosofía y materiales Montessori. «Me gusta este cole», pienso finalmente, tras evaluarlo. «Quiero escolarizar al Dragón aquí», llego a escribirle por whatsapp a Mr.B, con una sonrisa.
Entonces es cuando hablan de las plazas. Había visto en la web de la Comunidad de Madrid que, en concreto en este centro, cada año 2 o 3 niños se quedaban sin plaza. Nos dicen que este año tenían previsto abrir un aula más de 3 años, porque tienen espacio físico, pero que la Comisión les ha dicho que no. Nos indican que abrirán 2 aulas, de 22 niños cada una: 44 plazas… y 40 ya están «reservadas» a hermanos. Miro a mi alrededor: al menos 60 padres hemos venido a esta primera sesión informativa… de tres sesiones que hace el centro. Para 4 plazas.
Nos hablan del proceso de escolarización y añaden: «Rellenad la solicitud completa, poned 8 centros por orden de preferencia… por si acaso». Me vuelven a entrar ganas de llorar (soy sensible, sí, y el embarazo no ayuda). ¿Y si yo quisiera que fuera este? ¿Y si quiero decidir que mi hijo se eduque así, como lo hacen aquí? ¿Me tengo que conformar con un sorteo? ¿Tengo que permitir que el azar decida buena parte del desarrollo de mi hijo? Me parece tan injusto…
No obstante, yo considero que, de momento, tengo suerte. En nuestra zona, hay bastantes colegios públicos que hemos visitado y que tienen una metodología similar, más o menos «cerca» de casa. Sin embargo, soy más que consciente de la cantidad de familias que se ven obligadas a decidir, por ejemplo, entre un colegio público saturado, que no les gusta, un colegio concertado con el que no comparten ideología y un colegio privado que no se pueden permitir. NO ES JUSTO. Necesitamos que, de nuevo, el mejor colegio sea el público del barrio. La Educación necesita recursos y no se le están dando los adecuados. Necesitamos una Escuela Pública de calidad, de todos y para todos, y tenemos que seguir luchando por ello.
En estas Jornadas a las que acudimos los padres, entre asustados y emocionados, las puertas están abiertas, eso es verdad. Las plazas, sin embargo, no lo están.
Nosotros el año que escolarizamos a la mayor en Madrid… madre mía… El público de referencia le llaman «la ONU porque hay niños de ¡35 nacionalidades!, y no es por ser racista, es que los niños que acaban de llegar o que no han salido de sus casas que lo justo hablan español, pues lo siento mucho, pero relentizan al grupo. No les niego la educación, ni muchísimo menos, pero tienen necesidades especiales, que los profesores estén más encima… y eso se lo quitan a los demás.
Pedimos plaza en un concertado, Ciudad de los Muchachos, ¡un colegio que nos gustó muchísimo!, con programas además para jóvenes sin recursos de mecánica, informática… Pero por el sistema de puntos nos dijeron que posiblemente no entraría…
La sorpresa fué cuando la secretaria nos preguntó a qué guardería había ido, y al decirlo… ¡sorpresa! Resulta que tienen un convenio de colaboración con esa guardería, así que tenía un punto extra, adelantando automáticamente a no sé cuantos niños y obteniendo plaza directamente….
Por desgracia esa es la lotería de la educación en este país, has de tener suerte, cuando lo lógico es que incluso casi sin querer tuvieses a tu alcanze toda la educación del mundo, porque un país sin educación es un país destinado a morir.
Se necesitan más escuelas públicas, más profesores y, por supuesto, más equipaciones y en mejores condiciones, que esas escuelas con casetas de obra… con patios que parecen el desierto de Almería… ahí se debería de invertir, y no en tanques, cazas y parafernalia militar… ¿quién nos va a invadir, Andorra? ¿Portugal? ¿Liechtenstein? Hombre ya…
Pues sí, lo más triste de todo es que con las decisiones que se están tomando a nivel estatal, se está relegando en algunos casos la Educación Pública a «los que no se puedan permitir la privada/concertada», y eso es totalmente absurdo.
La Escuela Pública debe ser de calidad, por encima de cualquier otra. No se pueden abarrotar clases o meter en «caracolas»/barracones a los niños a estudiar.
Por no hablar del tipo de Educación a la que se les está abocando. Deberes por deberes desde los 8 años (a veces mucho antes), niños que son de los más estresados por este motivo de Europa… En fin…
Estamos en la misma situación. La semana que viene tenemos que elegir cole para Super Mario. En nuestro caso el problema es la conciliación. Tenemos uno al lado de casa con un horario ideal para dejarlo a tiempo. Como nos quedemos sin plaza en este… nos tocará a ir a otro más lejano y con horario de entrada más tardío, lo que quiere decir que no llegamos a tiempo. A hacer malabares, pedir cambio de horario en el trabajo, o qué sé yo.
Y nos han dicho también que este año están la mitad de las plazas reservadas por tener hermanos mayores, lo que comentabas tú (pero afortunadamente en menor porcentaje, 40 de 44 es una burrada).
Que la Fuerza nos acompañe…
Es, de verdad, una situación terrible. Es que no debería ser así, simplemente. Depender de un sorteo. ¿Cómo podemos hacer que algo TAN importante dependa de un sorteo? La educación, la conciliación, el tiempo con nuestros hijos, parte de su desarrollo… Por supuesto, yo confío en la calidad de los profesionales de la Educación y sé que mi hijo estará escolarizado y estará bien, pero los recursos son tan diferentes… En fin, muchísima suerte. Espero que Mario consiga entrar en el cole que tenéis cerca. Nos iremos contando.
Ayer mismo eché la solicitud para el cole y lo hice con miedo, rabia y frustración por no saber si iba a entrar o si se decidirá por sorteo. En mi barrio hay muchos niños y pocos colegios, hablo de públicos claro. Una pena.
Es una injusticia, de verdad. Yo sé que iré la semana que viene (agotando el plazo) con las mismas sensaciones que dices tú: miedo, rabia y frustración. Esto no debería ser así… Te deseo suerte.
Bufff, últimamente mi vida social se reduce a visitar coles. Lo gracioso es que yo lo tengo «elegido» desde el embarazo de Piticli. La pega? que quizá no entre , entonces hay que recorrer todo el resto de coles donde tampoco es que sobren las plazas. Aclaro que quiero un centro público y vivo en un barrio donde las tasas de natalidad se están disparando y no se construyen nuevos centros, con lo cual te obligan a meter en la ecuación opciones que no te entusiasman ( estilo religioso, precio o whatever). Suerte!!!
Bufff… No sé si es peor no conocer los coles o tenerlo claro y que no te toque el que quieres… Mucho ánimo y, sobre todo (lamentablemente) mucha SUERTE para ti también.
¡Gracias por comentar!
A mi me tocó pasar por ello con el mayor, hace tres años. Visité todos los colegios públicos (no puedo pagar privado y los concertados de por aquí son religiosos y lo descartamos), evalúe todos los parámetros y mi marido y yo elegimos uno. Luego vino el sorteo….maravilloso sorteo y nos tocó un número de lo peor….cerca del número de corte….pero por debajo. Todos elegían antes que nosotros. No entramos en el cole que queríamos, obviamente, entramos en el que creo recordar, habíamos puesto séptimo en la lista. Un buen colegio….a una gran distancia de casa. Yo sin coche, con la peque menor de un año….teniendo que pillar un bus y tardando casi tres cuartos de hora en llegar a cole. Presenté recurso al Tribunal, lo entendían…pero no había más plazas ni alternativa… Rellené el papeleo…sólo si algun niño se borraba a última hora..
nos podrían dar otra plaza. Tuvimos suerte. El 6 de septiembre, apocos días de iniciar curso, nos llamaron. Una baja de última hora! Mi hijo fue a parar al colegio que era nuestra segunda opción! Estamos muy contentos pero fue un calvario y fruto del azar.
Buff… entiendo todo lo que dices. Es un sistema terriblemente injusto… Y es un momento terrible para los padres. No puedo imaginar cómo estuvisteis todos esos meses. La resignación es, desafortunadamente, el sentimiento al que nos aboca este duro proceso.
Estoy en contra de que exista la escuela concertada, creo que los colegios deberían ser públicos e invertir en ellos o privados, pero tan mal esta la cosa que hasta medite ir en contra de mis principios, por que aquí hay zona, así que tengo solo dos colegios públicos con puntos para elegir, muy bien los dos pero uno con 15 plazas así que es como, esté, es el que te toca, o vete a concertados y privados. Y da rabia y en teoría entraremos pero a saber y acabamos teniendo que ir a los de otras zonas que para que tengan plazas serán los que estén mas alejados de las zonas mas habitadas.
De verdad, que leo los casos y me parece que todo esto es un sinsentido. A ver qué colegio le «toca» a tu hijo. No es justo, de verdad que no. Y que tengamos que pensar en ir en contra de nuestros principios… es inmoral.
En fin, de verdad, mucha suerte.
Y gracias por comentar y compartir tu experiencia 🙂
En mi distrito sólo hay una escuela infantil pública (distrito de Retiro) imagina mi cara ante una situación similar. Me entraron ganas de llorar, respiré hondo y pedí ayuda a mis padres. Las escuelas privadas cuestan 500 euros y, como este año he pedido excedencia X cuidado de hijo, cuando miren mi situación laboral constará como que no he trabajado X lo q no me darán la ayuda de 100 euros. Je suis desolee!!
Entiendo la desolación. Este proceso en la Educación Pública en Madrid está en un estado lamentable. Es una locura… 🙁
Jo, qué rabia me da leer estas cosas. Aún nos queda un tiempo para decidir lo del cole, pero me da miedo no poder llevar a mi hijo a un sitio que me guste para él. Yo he ido siempre a cole público y estoy muy contenta con la educación y el trato que he recibido, pero según leo todo ha cambiado tanto. Ojalá mi niño acabe en un cole que nos guste y con cierta metodología Montessori, porque no me puedo permitir uno privado, así que sé que 100% no será…
Al final creo que no depende todo del colegio el cómo esté tu hijo, sino qué educador le toque. Vuelve a ser azar, pero en general quiero pensar que estarán bien. Hay muy buenos profesionales en la Escuela Pública. 🙂 Ya nos contarás cuando te toque. Espero que haya suerte. Y, si no, tendremos que hacer un esfuerzo adicional en casa para educarles como queremos. 🙂
¡Qué difícil tiene que ser esta etapa! A mi aún me queda un año por delante. Pero,te leo, lo pienso, y me dan escalofríos. Es lo que dices…me parece injusto que el azar tenga que decidir algo tan importante. ¡Ánimo, guapa! ;D
De verdad que ojalá las cosas cambien, aunque en un año… difícil. Mucho ánimo para ti también. ¡Y gracias! ¡Mil gracias!
Aissh Juliaaa, recuerdo este proceso como si fuera ayer, yo lo de q fuera acogedor y pudiera dormir siesta también me parecía importante. Ánimo y mucha suerte!!! Un besooo
¡Muchas gracias, de verdad! Ojalá tengamos suerte en el dichoso sorteo. ¡¡Os iré contando!!
La verdad que es una injusticia total. Ya os conté mi amargura por pensar que la niña entrase en el colegio concertado que tenemos al lado de casa. Es como tu bien dices, un colegio en toda regla, con espacios enormes, miles de niños, de gritos… Yo solo veía estrés por cada rincón. Con decirte que salí de allí llorando, puedes hacerte a la idea. Gracias a dios, podemos permitirnos llevarla al privado al que tanto quería que fuese, donde no nos hemos tenido que morder las uñas con los sorteos de plaza. La verdad que tiene que ser horrible. Y tener la incertidumbre de pensar en qué colegio acabará tu hijo, así sin saberlo, sin valorarlo. Tiene que ser de verdad, una amargura. Yo creo que la educación en este país tiene difícil solución mientras tengamos más niños que plazas de colegio. Y mientras el niño, importe tan poco para esta sociedad, no se van a crear escuelas y métodos de calidad. Todavía hay demasiados ególatras que tienen miedo al cambio, y que piensan que el método educacional tradicional es el mejor. «M» irá a un colegio exclusivamente Montessori, y es entrar al colegio y morirte de amor. Plantan verduras, hortalizas y plantas en un huerto, duermen la siesta, les dan el almuerzo, pueden dormir la siesta si quieren, tienen un periodo de adaptación individualizado para cada niño… Creo que en el fondo, es el colegio perfecto para una madre tan «cansina» como yo, ya que no me quedo tranquila si mi hija se queda en determinados sitios. Siento que tengáis que pasar por esta angustia de sorteos, como si de la champions se tratase. Un fuerte abrazo cariño! Lo bueno que el que viene… tendrá preferencia por ser hermano, no??? 🙂 Un besazoooo
Ay, entiendo lo que dices. La incertidumbre es lo peor cuando se trata de algo tan importante. Yo estoy contenta porque la mayoría de sitios que he visto son suficientemente buenos, porque la zona busca mucho un estilo de enseñanza con alta participación del alumnado. La mayoría tienen huerto, duermen siesta si quieren, período de adaptación, enseñan por proyectos, etc. Y te quedas tranquila, la verdad.
Pero es un injusticia que pueda tocarte uno que está más lejos, simplemente porque el Estado o la Comunidad no quieren invertir en lo importante: los niños.
[…] Soy pro Educación Pública y tengo una camiseta de la Marea Verde que lo demuestra y que ha vivido momentos […]
Yo me fui al concertado porque no tenía puntos para los colegios con la educación que queríamos… Aquí aun peor, porque va por zonas de influencia, y si los coles de educación libre y por proyectos están en otro barrio, te jodes y no puedes entrar. Y aun tuve suerte, en mi clase de 26 el año que matriculamos había 18 hermanos, así que solo fueron 8 plazas para unas 20 familias… 🙁
Es horrible, de verdad que no debería ser así… Y recordando, tuvimos suerte. Después de ver más colegios, casi todos trabajaban por proyectos.
Ufff que miedito me está entrando que este año nos toca a nosotros…Lo que yo no entiendo es para que rellenas 8 opciones, si conforme pasas la primera ya es por sorteo. En fin, a cruzar los dedos y a seguir pidiendo una educación pública de calidad.
[…] información disponible, mucha suerte y espero que no os encontréis en la difícil situación de Puertas abiertas, plazas cerradas tan común en tantos […]