Hace unos días, por la noche, justamente cuando llegaba el peor momento del día para mí, reconocí públicamente en este tuit que ese momento había llegado:
Mi peor momento del día es AHORA. Cuando el sueño ataca y me impide seguir desarrollando mi otro yo… #ElTemaDeLaSemana cc @papasblogueros
— BaM! Ocio Alternativo Familiar (@bebeamordor) May 3, 2016
No es la primera vez que confieso que no me gusta dormir: ya lo hice en aquel post en el que contaba 11 cosas que la gente no sabe de mí. También hablé en el anterior #TemaDeLaSemana de mi tercer momento favorito del día, indicando precisamente que era cuando el Dragón dormía y yo volvía a ser sólo yo. Con Mr.B, primero; sola, después.
Ese momento en el que puedo centrarme no sólo en todas las tareas pendientes (compras online, buscar una nueva casa para los cuatro, revisión de la lista de cosas que le hacen falta al Tritón al nacer, etc.), sino también en mí, en mis aficiones, en el blog, en el periódico, en otros proyectos, en las personas maravillosas que también se acuestan tarde y llenan mis noches de risas y complicidades…
Hay momentos en la vida en que te surgen tantas cosas interesantes que a lo único a lo que puedes renunciar para tener tiempo es a dormir.
— Julia Iriarte 🏳️🌈 (@julia_iriarte) April 16, 2016
Y es entonces cuando entra en juego Morfeo e intenta acabar con ese momento:
Aparece lentamente secando el aire y empiezan a picar los ojos… ➡ Bebo agua.
Se acerca sigiloso por detrás y me relaja la espalda para hundirme en el sillón… ➡ Me incorporo y me siento al borde, firme.
Aletarga el cerebro manteniendo la vista en un punto fijo, que de pronto resulta estar detrás de tus párpados cuando se han cerrado sin que te des cuenta… ➡ Parpadeo fuerte; miro la lista de cosas por hacer: demasiado. No me lo puedo permitir.
En ese momento, lo odio con todas mis fuerzas. Siento una impotencia terrible por no poder resistirme, porque se me cierran los ojos. A veces estoy más fresca y llego a las 3 a.m. sin sueño. Esos días también son difíciles, pero al menos soy yo la que decido marcharme a descansar.
Si pudiera inventar cualquier cosa (y ya di otras ideas a futuros inventores en el post sobre mi #ApendicitisGestacional, después de la máquina de Teletransporte y la Sala del Espíritu y el Tiempo, sería una píldora que sustituyese horas de sueño…
Es lo que necesito para seguir siendo feliz a esas horas. Sólo un ratito más, porfa….
#ElTemaDeLaSemana es una iniciativa nacida de los @PapásBlogueros para toda la blogosfera.
Decía un amigo mío que, para combatir ese momento, lo mejor de lo mejor, un poquito de «vídeos de papás y mamás, en los que no suelen salir papas pero sí las mamas…», aunque no lo he confirmado, yo solo veo vídeos de gatetes.
El problema de que te llegue el sueño con un porrón de cosas por hacer puede ser que tengas demasiadas. Delega, es decir, que lo haga otro… Porque siempre hacemos la coña de que dormir está sobrevalorado, pero no es así, hay que dormir las 4 horas al día de rigor, y si las puedes repartir entre: cabezada, siesta, cabezada y noche; mejor que mejor.
Por cierto, bien metido ahí… jejejeje.
¡Se hace lo que se puede, compañero! 😉
Oye, me apunto lo de los vídeos de papás y mamás… jajaja
Yo después de cenar no valgo para nada, a veces intento ponerme a escribir y no aguanto ni 10 min. Como dices los ojos empiezan a picar y es señal inequívoca de que el cuerpo necesita descansar…Un saludo!!
Ya… Pero es que queda tanto por hacer… Ays… 😛 Yo aquí sigo, mientras el de las gafas redondas no me lleve con él xD
A mí también me faltan horas, pero no renuncio a dormir, Morfeo y yo somos colegas y me encanta caer en sus redes…😜
Lo tuyo es más sano, probablemente. Sobre todo porque no tienes ese conflicto y ese odio cada noche… jajaja
Y desde que me dijiste lo de que, si igualmente no llegaba a todo, por qué no dormía por lo menos… me hizo pensar. (Al menos pensar xD).
Me encanta dormir, aunque desearía más tiempo y quitarlo de dormir es la única solución. Pero una temporada que pixelillo pasaba muy malas noches cada 20 minutos se despertaba y yardaba otros tanto o más en dormirse, al principio aguante bien. Luego migrañas, náuseas, vómitos, me puse malisima y era solo cansancio, estaba agotada, sigo estandolo la verdad pero al menos ahora logró dormir algo. Hay que dormir
Ya… Y necesariamente el cuerpo dice Basta. Pero hasta que no me lo diga muy alto, me parece que voy a hacer oídos sordos. Hay tanto por hacer… 🙂
A mi también me pasa aunque últimamente morfeo me gana muchas partidas.
Aysh… Yo me muero de rabia 😛
Mira, he de reconocerlo, llegado un momento, lo único a lo que le puedes quitar horas para llegar a todo y poder dedicarte algo de tiempo, es al sueño.
Yo el primer año lo hacía, después va por fases: si tengo sueño duermo, si tengo un juego o libro pendie te leo y duermo menos y así en general.
Un beso y sigue disfrutando del momento.
Gracias, guapa. Hay tanto que hacer… 🙂
[…] paré de quejarme. El motivo es que no me gusta estar parada. Igual que no me entusiasma dormir y el peor momento del día es cuando me “tengo” que ir a la cama. No me gusta que se me limite la […]