Bellaflor [Haba] – Primeros juegos de mesa

Cuando el Dragón cumplió 3 años, tras el éxito de sus primeros juegos de mesa (Primer Frutal y Unicornio Destello), cayeron como regalo dos más: Bellaflor y Piratas de la Suerte. Ambos han tenido una buena acogida y me gustaría hablaros de ellos. Hoy os explico un poco más sobre Bellaflor.

BELLAFLOR

• Jugadores: 2-4
• Edad: 3-6
• Tiempo: 10 minutos (o menos)
• Editorial: Haba
• Dónde conseguirlo: online en Amazon o presencialmente en tu tienda friki de cabecera que tenga juegos de esta editorial.

La primera reseña que leí sobre Bellaflor llamaba al juego «la oveja repipi» y no me generó mucha confianza sobre él (el rollo repipi y yo chocamos una mijita), pero finalmente entendí que los de Universín lo decían por el collar de flores que lleva la ficha de la oveja. En el blog, ver a una niña tan pequeña jugar feliz me llamó la atención y decidí traerlo para casa.

Cómo se juega

Esta vez os voy a dejar dos opciones para que veáis cómo se juega. En primer lugar, aquí tenéis el manual de instrucciones del mismo (no os asustéis, en la página 19 está en castellano, el manual es igual para todas las versiones del juego y Bellaflor no es dependiente del idioma, por lo que podéis comprar uno que ponga «Bella Blümchen» en lugar de «Bellaflor«, que el contenido es el mismo).

La segunda opción para ver cómo se juega es en este vídeo tan estupendo que he hecho para que lo veáis de una manera práctica y decidáis si este juego va con vosotros y les gustará a vuestros hijos:

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=Kj5dy2ocVsU&w=560&h=315]

Habilidades aprendidas

• Psicomotricidad fina: Veréis que casi siempre insisto en esta habilidad, y es que en niños tan pequeñitos es absolutamente esencial fomentarla (de ella deriva buena parte del desarrollo cerebral, además de, por supuesto, la facilidad que el niño tenga para llegar a dibujar con precisión y, luego, escribir, que a muchos os preocupa especialmente). La manipulación de la figura de Bellaflor (o cualquier otro meeple), a la hora de avanzar casillas o bien, en caso de este juego, a la hora de darle la vuelta a las fichas de las flores, implica mejorar la precisión de la pinza y hacer movimientos finos e intencionados.
• Visión espacial: En la versión normal, el niño aprende a ir en el sentido de las agujas del reloj y a seguir siempre esa dirección dentro de la pradera. En la variante esto no es así, ya que pueden elegir ir en cualquier dirección.
• Comprensión de las reglas del juego: como en otros juegos, al ser de los primeros, los niños aprenden a respetar los turnos, a tirar el dado, a interpretar el símbolo (ya sea contando un número o viendo la ovejita) y aplicar lo que dice este.
• Análisis de la competencia: Como en todos los juegos competitivos, el niño entiende que el hecho de que él gane depende de que el otro tenga menos suerte que él, por lo que probablemente se alegre cuando saque ventaja y se moleste un poco (o un mucho) cuando algún competidor coja muchas flores de una vez.
• Perder/ganar: Ligando con lo anterior, es importante que ese enfado cuando el oponente gana lo enfoquemos de manera positiva. Nosotros hemos tenido que perseguir al Dragón porque de pronto se marchaba cuando cogíamos una pila de flores (true story). Es normal. Los niños quieren ganar (los adultos no, los adultos para nada, los adultos adoramos perder, ¿eh?… pues eso: seamos comprensivos).
• Reforzar conocimientos: Lógicamente matemáticas, en lo que se refiere al conteo (y que es el motivo por el que este juego no pueden jugarlo niños que no sepan al menos contar hasta tres). También se aprenden nociones de estadística rudimentaria (el concepto de azar), e incluso visualmente, como en el Unicornio Destello, ayuda al concepto de la resta, al ver la diferencia entre las fichas de flores que tiene uno y otro. Nosotros lo potenciamos poniendo las flores conseguidas no apiladas, sino extendidas delante de cada uno.
• Toma de decisiones: De una forma muy muy básica, con la variante del juego que implica que pueden ir también, a su elección, en el sentido contrario a las agujas del reloj, el juego permite que los niños decidan en qué dirección quieren ir y, por tanto, qué consecuencias va a tener su decisión (si consigue coger alguna flor o no).

CONCLUSIONES

Este juego me parece bonito y, sobre todo, muy fácil de explicar, por lo que si viene un amiguito a casa o llevas el juego a casa de alguien, puedes introducir en el mismo a cualquier niño aunque no haya jugado nunca.

La parte negativa que quizás le veo es que tiene poco recorrido, en el sentido de que no es tan emocionante como para que un niño que lo haya jugado durante un año, quiera seguir haciéndolo. En casa, después de 2 meses y medio, todavía juega con entusiasmo, pero probablemente en unos meses más lo guardemos y lo volvamos a retomar más adelante (vamos, como casi todos los juegos en casi todos los niños, pero que por ejemplo no le ha pasado con el Unicornio Destello, que le flipa).

Un aspecto positivo que tiene es que, al tratarse eminentemente de azar, niños de diferentes edades (hermanos, por ejemplo) pueden jugar sin que haya una descompensación grande, puesto que no requiere de habilidades de observación o rapidez. En este caso, recomendaría no jugar a la variante, sino permanecer siempre moviendo a Bellaflor en el sentido de las agujas del reloj.

En definitiva, Bellaflor es un juego de mesa recomendable para niños pequeños para ir haciéndose con las reglas del juego, puesto que las normas son muy sencillas. Tiene también un precio bastante asequible (normalmente alrededor de los 10€ o menos), por lo que se convierte en una de esas cajas amarillas de Haba que ronda por casi todas las casas de padres jugones.