Cuando una persona tiene una idea loca -realmente loca-, alguien suele pararle los pies. Hay veces que, en lugar de encontrarse con alguien que le pare los pies, lo que encuentra son expresiones de sorpresa… silencio… y, finalmente, un: «¡Me encanta! ¡Hagámoslo!«. Hace unas semanas llegué perpleja a casa y compartí con Mr. B y unos amigos que le había propuesto a la maestra del Dragón el organizarles a su clase y a la de al lado (42 niños de 4-5 años) una partida a un juego de rol en vivo en el aula, como colofón final al curso. «¿Y qué te ha dicho?». Adelante. Me dijo que adelante. Y era una idea loca. Y así estaba yo 24 horas antes:
Mañana dirigimos una partida de rol en vivo a 42 niños de 4-5 años. Ha sido un placer conoceros.
(Y, dicho sea de paso, qué maravilla es contar con la colaboración de educadores y familiares implicados. Una gozada ?.)Ea. Os he querido. ✝
— Bebé a Mordor (@bebeamordor) 20 de junio de 2018
¿Qué encontrarás en este artículo?
ABP: PROYECTO «EXPLORADORES DEL MUNDO»
La culpa no es mía. La culpa es de las maestras, que decidieron emplear el tercer trimestre con un proyecto que no puede ser más chulo e inspirador: ¡Exploradores! Querían trabajar los sentidos en sus clases de Infantil 4 años y lo quisieron contextualizar en una experiencia tal que así. Trabajan, como habréis identificado, «por proyectos» (lo que se llamaría AbP o Aprendizaje Basado en Proyectos).
Comenzaron el trimestre «viajando» a Japón y disfrutando de su espectáculo visual y sonoro (adivinad qué niño llevó y explicó encantado el Pasaporte Lúdico con el que gamificamos su viaje como Ninja). Después se fueron a descubrir Egipto, con sus olores a especias y su calor (Mr. B y yo estuvimos allí hace años y tenemos muchos recuerdos). Finalmente, han estado en Alaska, lugar del que muchos hemos aprendido cosas en estas semanas, además del frío y la bandera.
Con un recorrido así, la idea de la partida de rol (que reconozco que a principios de curso me parecía una locura) venía sola. Y, sinceramente, ha salido fenomenal (gracias en buena medida a los consejos narrativos del maravilloso maestro rolero Roberto Alhambra, que se merece un monumento por lo gran profesional que es, implicado hasta con los que no son sus alumnos, porque verdaderamente cree que, como dice Imma Marín, la actitud lúdica puede cambiar la educación). Os cuento en qué ha consistido.
ROL EN VIVO EN EL AULA
La entusiasta participación de ambas maestras, del centro y, sobre todo y muy especialmente, de los familiares (madres, padres y un abuelo) de los peques ha sido lo que ha marcado la diferencia. Han puesto a nuestra disposición diversas estancias además de las propias aulas de los peques, por lo que el espacio, para que lo imaginéis, ha estado distribuido en 5 zonas:
- Sede del Centro de Conservación Natural Mundial (CCNM): gimnasio.
- Delegaciones del CCNM: la mesa de la maestra en cada aula.
- Japón: el resto de la clase en cada aula.
- Egipto: los areneros del patio de los peques (dos zonas del arenero).
- Alaska: una sala oscura de siesta (dos zonas, aunque luego se fusionaron). No dejéis de leer el artículo de Refuerzo Divertido en el que cuenta su experiencia como esquimal en Alaska en esta partida de rol en vivo, que tuve la suerte de compartir con ella.
Por supuesto, teníamos dos Delegados Exploradores del CCNM, dos japonesas cocineras de sushi, dos faraonas egipcias traídas a la época actual, dos esquimales con un caso a resolver y seis Exploradores jefes (uno para cambiar de ubicación a cada grupo de 7 niños). Todos ellos disfrazados y metidos en su papel, ojo. Maravilla de familiares, en serio (y maravilla de decoración y de atrezzo que han hecho y traído). Servidora, por si os lo preguntáis, era la Exploradora Coordinadora, sin más (vamos, la que presentaba y despedía y que se que iba corriendo por el cole controlando los tiempos para que todo fuera coordinado en tiempos).
EL CASO DE LAS FOCAS PERDIDAS
En la sede del CCNM, la Coordinadora se acerca con su equipo de Exploradores Jefes a los 42 nuevos Exploradores Junior. Les ha reunido ahí porque tienen un caso importante a resolver y les han contado que estos 42 niños son muy buenos exploradores –¡posiblemente los mejores exploradores del mundo!-. A continuación, dos esquimales se acercan compungidos y explican que sus mascotas, dos focas hermanas, han desaparecido. No saben dónde están. Así que han pedido al Centro de Conservación Natural Mundial que, para encontrar a sus dos focas, llamen a ¡los mejores exploradores del mundo!
Como son muchos, la Coordinadora les explica que se van a dividir en 6 grupos de 7 niños (convenientemente preparados antes con pegatinas de colores con sus nombres), y que cada grupo recibirá una pista para saber dónde empezar a buscar a las focas. Así, tres grupos se dirigen a una Delegación y los otros tres a la otra (el resto del modelo del juego está «duplicado», por eso hay dos focas, dos lugareños de cada sitio, etc.).
El Delegado Explorador les está esperando (uno en cada aula) y reparte 3 sobres. Cada grupo abre su sobre, que tiene un mapamundi con un país marcado: Japón, Egipto y Alaska (ya sabemos que Alaska no es un país, sino un estado de EEUU, pero por comodidad, lo llamaré así). Tan pronto como los niños averiguan cuál es el país, su Explorador Jefe (los guías de cada grupo) les dirige a la zona correspondiente.
LAS PRUEBAS: AGILIDAD, DIPLOMACIA Y CARISMA
Resulta que, en todos los países, hemos ido a dar con unos lugareños un poco desconfiados. Estos lugareños, al recibir a los exploradores junior (con su Explorador Jefe, el familiar que les acompañaba de una ubicación a otra) y que estos les preguntaran por la foca, les decían: «Quizás tenga una pista para vosotros, pero antes, necesito saber si sois auténticos exploradores. A ver cuánto sabéis de mi país…». A continuación, les hacían 3 preguntas sobre su región (de los contenidos que los niños habían visto en clase durante el trimestre).
Las respuestas siempre eran entusiastas y al unísono. ¡Cuánto saben estos exploradores! Es como si hubieran sacado un crítico (un 20 en 1d20) en Diplomacia, en Conocimiento (local) y en Carisma, todo junto. Dado que su conocimiento estaba demostrado, los lugareños se quedaban satisfechos. Tanto es así, que, ya que estaban allí, les invitaban a conocer un poquito más de su tierra. En ese momento, hacían tres «pruebas de sentidos» propias del lugar: olfato, gusto, tacto, oído y vista.
Tras este derroche de hospitalidad, los grupos, en el primer y el segundo país que visitaban (iban rotando, lógicamente), recibían el mismo mensaje: «Lo siento, pero la foca no está aquí. Pero tengo una pista que daros sobre dónde creo que está…». Entonces, les enseñaban una bandera que tenían que identificar (aunque en Egipto dicha bandera era algo distinta) y que les daría la pista del siguiente lugar en el que debían buscar. Si queréis saber cómo eran las preguntas, pruebas y pistas de cada país, echad un ojo a continuación. Si no, podéis pasar al desenlace para ver qué ocurría cuando los exploradores habían visitado los tres países.
LAS PRUEBAS DE ALASKA
- Lugareños: ESQUIMALES (ataviados como tal, con el estilo esquimal veraniego de Refuerzo Divertido)
- Preguntas de seguridad (ojo, niños de 4-5 años):
- ¿Cómo son las casas en Alaska? (Iglús)
- ¿De qué color es la aurora boreal? (Muchos, pero sobre todo verde, y aquí les ponen un vídeo cortito para que la vean)
- ¿Hay pingüinos en Alaska? (¡No! Los pingüinos viven en el polo sur. Y sí, los peques lo sabían)
- Pruebas de sentidos:
- Tocar unas placas de hielo para notar el frío que se vive.
- Oler pescado fresco, la comida más frecuente (sí, un padre fue a comprarlo esa misma mañana, ¡fantástica implicación!).
- Tocar pelo de peluches, simulando las pieles que suelen llevar encima.
- Pista final (primer y segundo grupo): bandera de Egipto. ¡Nos vamos al desierto!
LAS PRUEBAS DE EGIPTO
- Lugareñas: EGIPCIAS (ataviadas con geniales disfraces de faraonas)
- Preguntas de seguridad:
- ¿Cómo se llaman los que mandaban en Egipto? (Faraones)
- ¿Dónde se enterraban a esos señores, los faraones? (Pirámides)
- ¿Qué animales viven en el Nilo? (Cocodrilos)
- Pruebas de sentidos:
- Encontrar 8 pirámides de plástico pequeñas enterradas en la arena (¡como auténticos arqueólogos!).
- Oler especias: comino, canela, mirra y hierbabuena.
- Pista final (primer y segundo grupo): descifrar una palabra con el código de jeroglíficos que pone «JAPÓN». ¡Nos vamos al país del sol naciente!
LAS PRUEBAS DE JAPÓN
- Lugareños: JAPONESAS (ataviadas con ropas típicas de Japón)
- Preguntas de seguridad:
- ¿Cómo se dice hola, adiós y gracias en japonés? (Konichiwa, Sayonara y Arigato)
- ¿Cuál es el volcán más famoso de Japón? (Monte Fuji)
- ¿Cómo se llama el traje típico? (Kimono)
- Pruebas de sentidos:
- Escuchar música típica japonesa.
- Ver figuras de origami.
- Pasar algunas verduras de plástico con palillos de un plato a otro.
- Pintar las flores de un cerezo.
- Pista final (primer y segundo grupo): bandera de Alaska. ¡A pasar frío!
EL DESENLACE: HAMBRIENTAS, HERIDAS Y ASUSTADAS
Claro está, cuando los grupos estaban en su tercer país, el mensaje era bien distinto: «¡Han encontrado a la foca! Pero la pobre está herida, hambrienta y asustada… ¿La ayudamos?». En cada país se ayuda a la foca de distinta manera:
- Japón: como casualmente la japonesa es cocinera de sushi, tiene pescado fresco para darle de comer, así que les un pescado a los niños para alimentar a las focas.
- Egipto: como casualmente la faraona está cerca de un sarcófago, digamos que encuentra vendas de sobra de las momias, y con eso pueden ayudar a curar la herida de las focas.
- Alaska: ¡Las focas han aparecido allí! Pero como están muy asustadas, los niños han de saludarse al modo esquimal para que salgan tranquilas (momentazo súper tierno).
Desde cada localización, los Exploradores Jefes llevan a los niños a las Delegaciones del CCNM. Tres grupos en cada Delegación, llevan a la foca, la curan y le dan de comer. Los esquimales dan las gracias y, como cada foca seguro que echa de menos a su hermana, piden reunirse con ella, para lo cual vamos todos a la Central del CCNM. Allí, los dos esquimales, cada uno con su foca alimentada y curada, se encuentran, felices, y vuelven a dar las gracias a los magníficos exploradores.
La Coordinadora del CCNM da la enhorabuena por su excelente trabajo a cada explorador y da paso a los Exploradores Jefes para que hagan entrega a cada niño de un diploma personalizado como Explorador/a Experto/a, junto con un gran aplauso final. Las sonrisas nos duraron a todos el resto del día como mínimo. Felicidad absoluta.
LISTA DE MATERIALES NECESARIOS
Lo absolutamente imprescindible para esta aventura es la buena voluntad, entusiasmo y entrega de las maestras (gracias, de corazón, por todo), del maestro en prácticas y de los familiares voluntarios (madres, padres y abuelo). No solamente por todo el enorme y magnífico trabajo de decoración y atrezzo, sino también por las sonrisas y el buen hacer de ese mismo día, guiando a los 42 niños entre todos. Gracias.
Además, por si os preguntáis qué más cosas hicieron falta, aquí tenéis una lista de materiales que utilizamos (aunque posiblemente se me queden cosas fuera):
- Decoración con porexpán (iglús y pirámides), pinturas, papel continuo para los carteles de cada lugar y mucho arte y dedicación.
- Disfraces Exploradores/Delegados/Coordinadora: camiseta blanca, bermudas, chalecos, sombreros, prismáticos, cámara de fotos, pañuelo, etc.
- Sobres con mapas con un país destacado
- Alaska:
- Disfraces esquimales: sábana, telas y mucha maña de Refuerzo Divertido (además, parkas y botas de decoración)
- Placas de hielo y barreño
- Pieles / peluches muy suaves para tocar
- Vídeo de aurora boreal
- Pescado crudo
- Banderas de Egipto
- Focas de peluche (una de ellas era un manatí, pero no pasa nada, la queremos igual)
- Japón:
- Disfraces japonesas: Kimonos y palillos
- Origami de papel
- Música japonesa
- Palillos y platos japoneses
- Verduras de plástico
- Banderas de Alaska
- Pescado de juguete
- Egipto:
- Disfraces faraonas egipcias y complementos
- Pirámides de juguete del juego de mesa de viaje Faraón de Ravensburger (9€ en Amazon), del que os hablé en este Stories de Instagram.
- Arena (ya había en el arenero)
- Cuencos de plástico y especias
- Código jeroglífico y acertijo «Japón»
- Vendas
- Personas motivadas e implicadas.
CONCLUSIÓN
Posiblemente la experiencia más bonita que he vivido con niños (quitando los míos propios, se entiende). La labor de Coordinadora ha sido tremendamente gratificante. He podido vivir todo el proceso: identificar con las maestras de los niños los puntos clave vistos en clase para llevarlos a la partida, planificar la logística para gestionar a 42 niños, crear la historia general junto con Roberto Alhambra, participar en la lluvia de ideas de las pruebas y preguntas, coordinar a las/os voluntarias/os (la parte de DIY estaba 100% delegada en las voluntarias más habilidosas, que hicieron un magnífico trabajo) y, llegado el día, dar las últimas directrices a los recién llegados, correr por el centro para coordinar tiempos (que cada prueba durara lo mismo en las 6 ubicaciones distintas) y documentar gráficamente la actividad.
Si os digo que creo que me he llevado la mejor parte, no os miento. Los niños han sonreído, han saltado, han participado, han olido, han tocado, han escuchado, han mirado, han aportado ideas, han interactuado y han disfrutado muchísimo. Ah, y de paso, han aprendido. Porque sí, aprender jugando es la mejor manera de aprender. Efecto lúdico, señoras y señores. En esto consiste. Y, el curso que viene, más.
[…] ABP: PROYECTO “EXPLORADORES DEL MUNDO” […]
Solo puedo decir una cosa ¿A que cole van tus hijos, para poder llevar a los míos? 😮
Enhorabuena con mucho retraso por el relato pero sobre todo por la partida!!!!
¡Muchísimas gracias! Ojalá podamos seguir haciendo estas cosas 🙂
me encanto lo plasmare en mi pais con mis peques justo este años me toco aula de exploradores .. esta facinante gracias por compartirlo.
¡Muchas gracias!