Con mis últimas publicaciones en blog y redes sociales sobre Nintendo Labo para niños creo que os habréis dado cuenta de que me gustan los videojuegos. Soy consciente de que en muchas casas están demonizados. Pero también soy consciente de los beneficios que tienen, de los que os hablaré en profundidad (como suelo hacer) próximamente. Pues bien, ayer empecé la mañana con un tuit que me alegró el día. No por mí, que ya no me aplica, sino porque ya iba siendo hora de hablaros del que fue uno de los primeros videojuegos para niños en esta casa: Monument Valley.
Hoy, y durante 7 días, podéis conseguir GRATIS Monument Valley para Android. Todo un juegazo de puzzles #ItsFREEhttps://t.co/BItLZv1rXB pic.twitter.com/9KdihDeZcQ
— Aarón Moreno (@aaronilustrador) 9 de mayo de 2018
¿Qué encontrarás en este artículo?
MONUMENT VALLEY
- Edad: PEGI 3
- Horas totales de juego: Según jugador (2 horas+)
- Niveles: 10 en el original + 8 Forgotten Shores + Ida’s Dream
- Duración niveles: Según jugador (10 minutos+)
- Mecánica: Puzle (en inglés, que os gusta más, puzzle)
- Creadores: ustwo games ltd.
- Plataformas: iOS y Android
- Precio: 2’99€ aprox. normalmente (ahora GRATIS en Google Play y en Amazon Underground)
Monument Valley es una maravilla. De verdad. Pueden no gustarte este tipo de juegos, pero hay que reconocer que el trabajo que dio lugar a este, es magnífico. No en vano tiene más de un millón de descargas y fue premiado en los Premios Bafta de Videojuegos 2015 como Mejor Juego móvil o de portátil, y también como Mejor Juego británico.
¿Qué lo hace tan especial? Monument Valley es un juego de puzles en 3D, pero, quedarse ahí, es como decir que Escher dibujaba escaleras. No parece justo, ¿no? Pues precisamente de Escher, Monument Valley hereda los esquemas arquitectónicos imposibles que, junto con su impecable diseño estético y su sencillo manejo, lo hacen una obra de arte.
TEMÁTICA
La temática de Monument Valley está impregnada en cada escenario. A pesar de tratarse «simplemente» de una serie de niveles o puzles que hay que ir resolviendo, los mismos te introducen en un mundo onírico. En él, la silenciosa princesa Ida debe recorrer los pasadizos a través de caminos sólo lógicos en un universo escheriano (noniano), para llegar a descubrir su particular historia.
La historia, en sí, es breve. Algo enigmática. Solo nos muestran algunas pinceladas. No hace falta más. El universo que nos muestran es tan bello y, a la vez, tan misterioso, que no necesitamos más información. Los hombres cuervo resultan extrañamente inquietantes. El agua cayendo por una cascada al infinito desde castillos flotando en medio de la nada nos trasladan a un mundo de ensueño. Y es hermosísimo.
MECÁNICA
La mecánica es tan sencilla que no requiere ni de tutorial («tutorial», léase: actual manual de instrucciones en el que no hace falta leer, sino aprender jugando… ejem). Sin embargo, los niveles son muy progresivos en dificultad y poco a poco van presentando distintas formas de accionar elementos del escenario para completar puzles: deslizar, girar estructura, girar vista completa, andar usando las 3 dimensiones, andar usando los planos imposibles…
El movimiento es tremendamente simple y basta únicamente con ir pulsando en algún lugar de la estructura donde queremos que vaya Ida. Si puede ir, avanzará. De lo contrario, tendremos que ver qué elementos mover, girar, deslizar o colocar en según qué planos surrealistas para conseguir que el escenario se pliegue ante nuestros ojos. Suena difícil, pero os aseguro que lo puede hacer un niño.
DISEÑO
Ya habéis visto la estética de los mundos. Es sencillamente preciosa. La paleta de colores está tan bien empleada que consigue transmitir la sensación de universo onírico, como decíamos. El recuerdo que nos trae el juego es de castillos en paz, pero también de mundo escheriano, y todo ello se ha conseguido con un trabajo de diseño detrás realmente espectacular.
Mención especial a la música de fondo que aumentan esa sensación de mundo de los sueños y, sin embargo, en todo momento parece que no hay absolutamente ningún ruido. Con razón llaman, a Ida, la princesa silente. El único sonido que parece romper ese sonoro silencio mágico es el graznido esporádico de los hombres cuervo.
MONUMENT VALLEY PARA NIÑOS
Recuerdo que fue Luz, de Ha nacido una mamá, quien me recomendó este videojuego. Su hija hacía auténticas virguerías con él siendo muy pequeñita. Como a nuestro Dragón, que estaba a punto de cumplir 3 años, le encantaban los puzles, decidimos regalarle este juego:
Primer regalo de cumpleaños para el Dragón… Impacientes que somos 😅, es mañana pero se lo damos hoy: #MonumentValley para su tablet. pic.twitter.com/Pzz3A4q0vo
— Bebé a Mordor (@bebeamordor) 10 de diciembre de 2016
En casa, Mr. B y yo nos preguntábamos si sería un juego apto para un niño de 3 años. No por el contenido, ya que es PEGI 3 años y eso implica que lo puede ver un niño sin problemas. Más bien por la dificultad de los puzles en sí. El precio nos parecía irrisorio (unos 3€ para una app que nos parecía preciosa y que, en cualquier caso, podríamos aprovechar nosotros), así que se la regalamos.
No puedo decir que me parezca que, por dificultad, sea un juego que pueda fácilmente entender un niño de 3 años. Con 3 años, habitualmente un niño no tiene desarrollada la orientación espacial, por lo que mover a un personaje por un espacio tridimensional es complicado. Aquí, los videojuegos en 2 dimensiones tipo plataformas como puede ser Donkey Kong o Super Mario Bros original, facilitan ese tipo de orientación bidireccional -derecha-izquierda-.
Adicionalmente, aprender el uso de estructuras deslizantes, mecanismos que accionan giros, etc., también requiere de un razonamiento lógico-matemático y de una comprensión del espacio que son avanzados para un niño. Probablemente, a partir de los 6-7 años sea mucho más fácil para ellos saber accionar todo y pasar los distintos niveles. Decir esto no quita para que haya niveles que yo misma he tenido que mirar y remirar en varios días para saber cómo avanzar. A veces por ensayo y error, no queda otra. Los niños lo pueden hacer igual, pero a su ritmo, y si les apetece.
Dicho esto, un niño con 3, 4 o 5 años puede ver el videojuego y enamorarse de él. Porque es precioso y tranquilo. Cuando jugamos juntos, ellos aprenden mirando cómo lo hacemos nosotros. En nuestro caso, nos sentábamos y colocábamos al Dragón de 3 años en nuestro regazo e íbamos dejándole toquetear la pantalla. Él iba preguntándose cómo lo hacíamos y nosotros le llamábamos la atención sobre algunas estructuras para que tratara de interactuar con ellas. Si se atascaba, lo intentábamos nosotros, explicitando en voz alta cada movimiento. El resultado fue este:
Un detalle importante es que, al Dragón, con 3 años (y aún con 4), le disgustaban los cuervos. Le generaban tensión. Hay que matizar que los cuervos no atacan ni hacen absolutamente ningún tipo de daño. De hecho, la protagonista no sufre ningún tipo de ataque en el juego. Únicamente graznan si la protagonista se acerca a ellos y le impiden pasar. Van andando por las estructuras, por lo que el jugador tiene que intentar mover no solo a Ida por el espacio, sino también prever el movimiento de los cuervos y los posibles cambios en el escenario para evitarlos o incluso apartarlos del camino de Ida.
HABILIDADES Y COMPETENCIAS
Veréis que son muchas las habilidades y competencias que fomentan los videojuegos. Vamos a diferenciar entre las que son aquí más importantes o específicas del juego y las que serían más generales.
HABILIDADES MÁS ESPECÍFICAS
- Razonamiento lógico-matemático. Las acciones y sus resultados, los distintos movimientos, el principio de causa-efecto, son aspectos que se trabajan en este Monument Valley dado su carácter de puzle.
- Psicomotricidad fina y coordinación óculo-manual. En el caso de los videojuegos, es algo que suele trabajarse. En el caso de esta app, la sensibilidad es fina, por lo que para deslizar o girar una estructura es necesario que el movimiento sea bastante preciso y en el lugar correcto.
- Visopercepción. Es absolutamente imprescindible ver el castillo, fijarse bien en hacia dónde siguen los caminos, si están conectados o no, así como localizar los pequeños detalles que avisan de que hay un posible mecanismo en el escenario.
- Orientación espacial. En pocos videojuegos como en este se trabaja tanto, incluso a un nivel surrealista, como ya hemos visto. No hablamos solo de izquierda-derecha y arriba-abajo, sino delante-detrás o incluso posibles cambios de perspectiva.
HABILIDADES MÁS GENERALES
- Memoria. Aunque a un nivel elemental, con niños muy pequeños uno se da cuenta de que deben memorizar para qué sirve o cómo se activa cada estructura. No hay una variedad infinita, pero sí suficientes como para que llame la atención a según qué edades. También el haber aprendido de la experiencia previa, bien propia o bien vicaria (viendo a personas más mayores jugar) y que ese aprendizaje quede en la memoria es notorio aquí.
- Monitorización. Los puzles que no son de dos piezas tienen un proceso y, aquí, los niños van viendo cómo van avanzando en ese proceso. Sí es cierto que, en el caso de Monument Valley, este proceso está bastante diluido porque, además de que cada nivel son varias pantallas salvo los iniciales, muchas veces desconocemos exactamente cuánto de avanzados vamos en el proceso, ya que nos van llevando los mecanismos por el escenario.
- Flexibilidad mental. A veces queremos ir por un camino y no se puede. Sin más. Esa no es la vía. Nos pasa a los adultos, que no vemos qué otra alternativa hay. Pero la hay. Y hay que buscarla. Probar es una manera. Pensar y razonar, otra. En cualquier caso, el camino original no valía, y hay que ser flexibles buscando alternativas.
- Tolerancia a la frustración. Puede llegar a ser en algunos casos demasiado difícil. La historia «Ida’s Dream» no me parece para nada apta para todos los públicos a nivel de dificultad. Es independiente, eso sí. Pero puede resultar frustrante. La parte positiva es que se explica a los niños de una manera muy práctica que, en ocasiones, es mejor dejar a un lado el «problema» y continuar más tarde. Y que, así, se encuentran otras soluciones. Lo ven muy muy claro.
CONCLUSIÓN
Monument Valley es precioso y muy entretenido. Si tuvierais que gastar 3€ os diría que lo gastarais para instalarlo. Siendo gratis actualmente, casi os ruego que lo hagáis. Merece la pena, os lo aseguro. Si vuestros hijos son demasiado pequeños, simplemente echadle un vistazo al juego o jugad vosotros. Si son más mayores, comprobad si les va bien. Quizás os sorprenda.
Por mi parte, voy a terminar de completar los niveles avanzados de este mundo para, luego, ir a por el Monument Valley 2 (5’49€ en Google Play o en Amazon). Ya os contaré si también merece tanto la pena, aunque, desde mi punto de vista, simplemente haciendo más puzles, lo hará. ¿Lo habéis probado vosotros? ¿Desde qué edad han jugado vuestros hijos? ¡No dudéis en dejarme comentarios contando vuestra experiencia!
Juego buenísimo! A mi hijo de 6 años le ha encantado. No sabía que había segunda parte. Seguro que la probamos. Gracias!!