Color Line ha sido un éxito rotundo en esta casa. Ha conseguido que los cuatro miembros que formamos esta familia nos sentemos alrededor de una mesa por primera vez a jugar. Lo cual me ha hecho especial ilusión, teniendo en cuenta que mi hijo pequeño tiene 2 años y medio. Me ha servido para darme cuenta, además, de que conoce todos los colores. Es un juego a partir de 5 años, por lo que tened especial precaución si lo juegan menores de esa edad porque las bolas son muy pequeñas (tranquilos, el mío no se las mete en la boca). Eso sí, si nos despistamos, encontramos un montón de bolas de colores debajo del sofá. A pesar de ello, puedo decir que el juego de mesa Color Line me parece muy recomendable.
¿Qué encontrarás en este artículo?
COLOR LINE
- Jugadores: de 2 a 4 jugadores.
- Edad: a partir de 5 años.
- Tiempo: unos 15 minutos aproximadamente.
- Mecánica: reconocimiento de patrones, colección, bingo y habilidad.
- Editorial: Cayro The Games.
- Autor: N/A.
- Ilustraciones: N/A.
- Precio: 20€ aprox. en vuestra tienda friki de cabecera u online (aquí en la tienda de la editorial).
Color Line es uno de los juegos del catálogo de la editorial Cayro The Games. Fue uno de los juegos finalistas de la edición de Mejor Juguete del Año en 2018. Os hablamos en otro artículo anterior de Quizzers, también editado por ellos y ganador el año 2015.
Color Line es un juego con una mecánica conocida por todos los adultos, ya que se asimila al bingo de toda la vida, por lo que no hay excusa para jugar con los peques de la casa a juegos de mesa. Además, es perfecto para que jueguen hasta con los abuelos. Y por si fuera poco, el cilindro donde se almacenan las bolas de colores y su original sistema a la hora de sacarlas nos deja a todos con la boca abierta.
CÓMO SE JUEGA
Color Line es un juego que requiere muy poco tiempo de preparación y es fácil de explicar. Sus partidas no son para nada largas y eso lo hace aún más apetecible de jugar.
PREPARACIÓN
Se coloca el cilindro, con todas las bolas de colores dentro y el timbre en el centro de la mesa para que lleguen todos los jugadores. Se reparte un cartón con un código de colores a cada jugador que pondrá delante de él. En el caso de ser dos jugadores, se pueden coger dos cartones para jugar.
MECÁNICA
Comienza el jugador más joven. Éste levantará el cilindro por los laterales hasta que llegue al tope y lo dejará caer suavemente. Cuando llegue abajo otra vez, aparecerá una bola de color. Si esa bola de color coincide con uno de los colores que tenemos en nuestro cartón, deberemos ser los más rápidos en pulsar el timbre.
Si teníamos esa bola en nuestro cartón nos la llevamos y la colocamos en su lugar correspondiente. En el caso de que nos hayamos equivocado y ese color no lo necesitásemos, como penalización deberemos devolver una de las bolas que ya teníamos en nuestro cartón.
A continuación, le pasamos el cilindro al siguiente jugador y se repite todo el proceso de la misma manera.
FIN DEL JUEGO
El juego termina cuando uno de los jugadores ha completado su cartón de colores. ¡Será el vencedor de Color Line!
CÓMO ADAPTAR EL JUEGO
En las propias instrucciones del juego nos proponen otro modo para que jueguen jugadores más experimentados. Hay que coger los colores en el orden en el que aparecen en nuestro cartón, de izquierda a derecha. Si el color anterior no lo tenemos puesto en el cartón, no podremos cogerlo para colocarlo.
La verdad es que es un juego fácilmente adaptable al aula. Por ejemplo, lo podemos utilizar para las categorías gramaticales. Asignamos a cada color una categoría gramatical (el rojo determinantes, el azul sustantivos, el verde verbos, etc). Cuando salga un color y coincida con uno de los que tenemos en nuestro cartón, al tocar el timbre deberemos decir una palabra de esa categoría. Y para ganar el juego cuando tengamos el cartón completo, deberemos decir una oración.
Lo podemos emplear también en educación física si a cada color le asignamos una acción, como por ejemplo, el naranja saltar a la pata coja, el morado dar dos vueltas, etc.
HABILIDADES Y COMPETENCIAS
Y, ahora, pasemos a ver qué habilidades podemos trabajar con Color Line:
HABILIDADES MÁS ESPECÍFICAS
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- Visopercepción: esta habilidad es fundamental en Color Line. Hay que ser capaz de diferenciar los colores unos de otros e identificar como iguales los de las bolas y los de los cartones. En este caso puede ser difícilmente adaptable para daltónicos por sus componentes.
- Atención: hay que estar estar centrado en el juego y atento a la bola que sale, para no perder la oportunidad de cogerla.
- Velocidad de procesamiento: el más rápido en tocar el timbre y que la respuesta sea la correcta se llevará la bola de color.
- Coordinación óculo-manual: hay que ajustar el movimiento para coger la bola del cilindro y después poder colocarla en el cartón.
HABILIDADES MÁS GENERALES
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- Lenguaje: podemos decirles que cuando hayan cogido una bola de color tengan que decir el nombre de ese color en voz alta. Y si estamos trabajando, por ejemplo, las categorías gramaticales tendrán que usar la comprensión de lo que les estamos pidiendo, la expresión para que lo digan, y la fluidez verbal para encontrar una palabra para una categoría determinada.
- Psicomotricidad fina: tener que coger la bola, que no es excesivamente grande, requiere un control preciso de la pinza digital.
- Control inhibitorio: muchas veces damos al timbre rápidamente, sin darnos cuenta de que un color ya lo tenemos completo. Al principio suelen dar indistintamente y aciertan, puesto que no hay muchos colores completos, pero a medida que avanza la partida, podemos ver si se paran a reflexionar o no. Cuando empiezan a perder bolas de su cartón, tardan más en pulsar el timbre.
- Tolerancia a la frustración: muchas veces no sale la bola que queremos, o nos hemos anticipado y hemos pulsado ante un color que no necesitábamos, lo cual nos hace perder otra bola. Todo esto hace que trabajen este aspecto.
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CONCLUSIÓN
Color Line es un juego sencillo, perfecto para iniciar a los peques de la casa en los juegos de mesa, ya que a priori solo requiere el reconocimiento de colores, pero como siempre, tenemos un montón de beneficios colaterales que ya os he comentado más arriba.
Cuando decidimos quién escribiría esta reseña, rápidamente pedí poder hacerla yo. Me ha gustado un montón y lo recomiendo mucho. Además desde que entró en casa ha sido uno de los preferidos de mi peque (aunque en casa jugamos por turnos, sin el componente de velocidad) y eso hace especial ilusión a una madre jugona friki como soy yo.
Y vosotras, ¿lo habéis probado? ¿Les ha gustado a vuestros peques?
