Llegamos a la última entrega de nuestro especial sobre la serie cinematográfica de LEGO. Los artículos anteriores los podéis encontrar a continuación, tratando sobre: La LEGO Película, Batman: La LEGO Película y La LEGO Ninjago Película. Tal como adelantamos desde el principio, el objetivo era hacer una retrospectiva en preparación al estreno de La LEGO Película 2, que ya hemos tenido ocasión de ver. ¿Dónde queda en relación con la primera parte y el resto de la franquicia?¿Da la talla como película? ¿Qué se puede aprender con ella? Las respuestas, a continuación.
¿Qué encontrarás en este artículo?
FICHA Y SINOPSIS DE LA LEGO PELÍCULA 2
- Título original: The LEGO Movie 2
- Año: 2017
- Edad recomendada: Todos los públicos (nuestra recomendación: 6+)
- Duración: 107 min.
- Dirección: Charlie Bean, Paul Fisher, Bob Logan
- Actores: Chris Pratt, Elizabeth Banks, Will Arnett, Tiffany Haddish, Stephanie Beatriz, Charlie Day, Alison Brie, Nick Offerman, Maya Rudolph.
Evitando como siempre los spoilers, decir que esta aventura empieza justo donde acabó la anterior: con la llegada de unas descomunales criaturas de aspecto adorable pero inmenso poder destructivo: los LEGO de la hermana del chico protagonista. Emmet construye un corazón y lo entrega como ofrenda de paz, pero los recién llegados lo devoran y piden más. A partir de ese momento, empieza una orgía de destrucción que se alargará cuatro años, transformando el mundo de los protagonistas en una distopía post apocalíptica a lo Mad Max.
Por pura supervivencia, los personajes se ven obligados a endurecerse. Todos menos Emmet, que se aferra desesperadamente a la ilusión de que todo sigue siendo “fabuloso”, hasta que un día, una nave proveniente de la Galaxia Hermana llega para secuestrar a Lucy y sus amigos. Sintiéndose culpable y con miedo a no volver a verles, Emmet emprende una misión de rescate.
¿POR QUÉ VERLA (O NO) CON NIÑOS?
LOS MÁS PEQUEÑOS TAMBIÉN HABLAN «CINE»
Por obvio que parezca, merece la pena recordar que la narrativa audiovisual tiene multitud de elementos que son perfectamente comprensibles por cualquier persona. Es incluso capaz de romper barreras entre culturas que son, a priori, completamente ajenas unas de otras, acercando narrativas sociales, religiosas, tradicionales, históricas y de tantos otros tipos a personas que las desconocían completamente en un formato atractivo y fácilmente asimilable. Siendo capaz de eso, resulta sorprendente comprobar que se siguen escribiendo películas olvidando que los niños hablan perfectamente el lenguaje cinematográfico.
La LEGO Película 2 podría ser una historia muy valiosa y educativa sobre las relaciones de hermanos, la pérdida de la inocencia al crecer, sobre estereotipos y malentendidos, sobre el amor y el rencor. Porque todo eso está ahí, pero excesivamente simplificado en sus diálogos, personajes y situaciones. Es una pena que, con estupendos ingredientes, el conjunto desmerezca al final.
SER LA HERMANA PEQUEÑA
La gran novedad de esta segunda parte es la incorporación al juego de la hermana del protagonista. Sus juguetes (y ella, por extensión) son los antagonistas de la función. A través de ella, se desarrollan cuestiones muy interesantes.
Primero, el potencial en bruto de la mente más infantil, que es pura creatividad sin adulterar. La reina de la Galaxia Hermana cambia de forma constantemente a voluntad: puede ser lo que quiera y quiere serlo todo. ¿Por qué no? El cerebro infantil no se ha cruzado aún con ciertos límites, pudiendo explorar sin miedo multitud de posibilidades.
Luego está el diseño en sí de las piezas de LEGO Duplo, que son más adorables: hay corazones y estrellas sonrientes, con predominancia de colores pastel. No queda muy claro si están denunciando el sexismo que existe en las líneas de juguetes para niñas. Lo que dejan en evidencia es que, por más que te empeñes en cubrirlas de flores, la fuerza destructiva de las niñas pequeñas también puede ser ilimitada, como se demuestra cuando sus encantadores corazones se transforman en proyectiles explosivos que arrasan cualquier estructura de Lego que se les ponga por delante. Esto es parte casi inevitable de la más ¿tierna? infancia.
Como también es casi inevitable que el pequeño busque al mayor: como inspiración, amigo y cómplice. La niña de la película hará cualquier cosa con tal de conseguir la muy ansiada atención de su hermano. Y su cariño.
SER EL HERMANO MAYOR
El niño protagonista de la anterior película y cuya imaginación da vida a los personajes de LEGO se encuentra no solo jugando, sino ejerciendo de hermano mayor en un papel inverso al que tuvo antes con su padre: ahora le toca a él ser paciente y abierto. Mantener una inocencia que, como se muestra en la película, resulta difícil para un niño. Demasiadas veces se espera de ellos que, al crecer, se endurezcan e insensibilicen como requisitos para ser hombres hechos y derechos.
Por su parte, el empeño de Emmet por vivir en el apocalipsis con la misma actitud positiva de siempre es ese pequeño resquicio de infancia que no quiere renunciar a una visión tierna. Es el nexo que le permite seguir unido a la hermana pequeña con su imaginación desbordantemente libre.
SER PADRES… DE OTRO SIGLO
No sólo aparecen de forma casi testimonial en la película sino que están absolutamente estereotipados. El padre se desentiende casi de inmediato de los juegos infantiles para irse a jugar al golf. Solo vuelve a aparecer para preguntarle a su mujer algo así como “¿Dónde están mis calcetines?”, cosa que no sorprende, dado que la madre se limita a un clásico rol de ama de casa-sargento que debe imponer una disciplina en la que su cónyuge no parece tener el menor interés.
CONCLUSIÓN
Una experiencia decepcionante que continúa la bajada de calidad que ya inició Lego Ninjago. Pese a que las intenciones son buenas y el conjunto es un entretenimiento estrictamente funcional a la vez que mayormente inofensivo, la sensación de que ser un producto donde muchos de los elementos están desaprovechados pesa demasiado. Es muy difícil recomendarla salvo para casos de emergencia. E, incluso entonces, alternativas no faltan.
En mi casa mi peque (6) y yo somos tremendamente fans de Lego.
Me ha servido para poder introducirle en mundos como Star Wars, Marvel o DC, con toda su esencia y sin miedo a encontrar situaciones inadecuadas para si edad, y buscar un punto intermedio de películas que los dos podemos disfrutar juntos con mensajes a distintas alturas (él pilla los suyos, yo los míos). Lo mismo me ha ocurrido con los videojuegos.
En la primera Lego Película encontramos mucho de eso, ya que en ella se mostraban por primera vez en el mundo de Lego personajes que de otra manera sería complicado explicar a un niño pequeño, como Batman, que luego tuvo su propio desarrollo dentro del mundo de bloques. En cambio, la segunda película pierde totalmente este valor porque no presenta personajes nuevos ni desarrolla prácticamente los que ya existían. Valoro la parte de la relación entre hermanos, pero me parece pésimamente resuelta (¿a quien se le ocurrió que «No todo es fabuloso» era un buen mensaje final para una película infantil).
Así, yo la encuentro también prescindible, pero con ese gran matiz: No aporta nada a un mundo que tiene grandes virtudes en muchas otras partes.
Estoy de acuerdo contigo en el tema de la resolución. Destaco lo positivo en la crítica, pero siempre teniendo en cuenta que quedan por el camino a casi todos los niveles.