Acudimos al cine en familia para ver Dora y la Ciudad Perdida, la adaptación cinematográfica de la popular serie de dibujos en la que una niña, con un poquito de tara, nos enseña palabras en inglés mientra explora la selva junto a su mono, llamado Botas.
¿Qué encontrarás en este artículo?
DORA Y LA CIUDAD PERDIDA
FICHA TÉCNICA
- Título original: Dora and the Lost City of Gold
- Año: 2019
- Edad recomendada: Apta para todos los públicos y distintivo «especialmente recomendada para la infancia»
- Duración: 1h 42m.
- Dirección: James Bobin
- Reparto: Isabela Moner, Jeff Wahlberg, Michael Peña, Eva Longoria, Dany Trejo, Benicio del Toro.
SINOPSIS
Dora se prepara para vivir su mayor aventura, tras una vida en la jungla explorando, se enfrenta… al instituto. Pero, una vez allí, tendrá que volver a la selva en busca de sus padres y de la misteriosa Ciudad Perdida, junto con su primo Diego y sus nuevos amigos.
POR QUÉ VERLA (O NO) CON NIÑOS
Teniendo en cuenta que es una película basada en una de las series más populares infantiles de la televisión, parecería lógico recomendar ir a verla con los peques. Y así es. Como podéis ver en la ficha, no sólo está recomendada para todos los públicos, sino que además tiene el distintivo especial.
Dora y la Ciudad Perdida comienza dejando claro su propósito y el tono que va a tener la película a lo largo del todo el metraje. Porque para hacer una película de acción real de Dora la exploradora sólo había una salida: convertirla en una alocada diversión en la que no tomarse (casi) nada en serio. Y mucho menos a sí misma.
Comenzamos con la sintonía de la serie, muy animada, con Dora y Diego de pequeños viviendo aventuras por la jungla. Aventuras que, como no podía ser de otra forma, viven como cualquier otro niño: dentro de una caja de cartón con forma de jeep y haciendo ruiditos con la boca (brrrrmmmm).
Hay momentos brillantes en este corto periodo en el que se nos muestra la infancia de Dora, que pasa rápidamente cuando Diego tiene que abandonar la jungla y mudarse a la ciudad.
Pasan los años y Dora, ya adolescente, también tiene que viajar a la ciudad, donde se encontrará de nuevo con su primo que ha perdido toda la inocencia debido al mundo que le rodea. Pero Dora es imperturbable: Isabela Moner logra transmitir de manera magnífica esa dulzura que se espera de Dora, una chica inocentona y profundamente de buen corazón.
UN DIRECTOR ALGO GAMBERRO
James Bobin fue el artífice de que disfrutáramos (y cantáramos) mucho con Los Muppets, el triunfal regreso de los teleñecos a la pantalla grande. Un peliculón (os lo digo yo) con un humor, en algunos momentos, muy especial.
Tanto en esta película como en otros de los proyectos en los que ha trabajado ya sea como director o guionista (que no quiero detallar por no aburriros pero que deberíais buscar) podemos comprobar que es un tanto gamberro y en Dora no va a ser distinto.
Chistes escatológicos (muy graciosos y con buen gusto e incluso música) o repetir varias veces cierta palabra (que tiene que ver con la procreación) por la que escuché a varios niños preguntar en la sala y a varios padres que iban al coche porque se les había olvidado una cosa y… esto… ahora vuelvo cariño.
INDIANA CROFT
Dora y la Ciudad Perdida es una película de aventuras, claro está. No es Indiana Jones ni Lara Croft, ni pretende serlo, pero tiene ciertos detalles para que pensemos en estas películas (sobre todo en las de Indy) y que disfrutemos de una gran aventura con peligros, giros de guión, civilizaciones perdidas y una Ciudad mítica que descubrir.
DORA Y LA CIUDAD PERDIDA: CONCLUSIÓN
Nosotros disfrutamos bastante de la película. Y a eso es a lo que vamos al cine, a divertirnos y salir contentos. Canciones de caca, aventuras por la jungla, pruebas místicas que superar en equipo…
Y no quería terminar sin comentar que todo el reparto hace un gran trabajo y logra que empatices con todos los personajes, siendo cada uno tan distinto entre si. Porque, al fin y al cabo, la mayor aventura es (ojo, vigilad el azúcar que os va a subir) la amistad.