Quizá siempre hayan estado ahí, pero es desde hace no mucho cuando de repente he empezado a ver juegos de bazas por todas partes. Hace no mucho Devir ya nos trajo la edición revisada de Skull King y ahora nos sorprende con un juego de bazas ¡con roles ocultos! Vamos a ver cómo se juega a El Infiltrado.
¿Qué encontrarás en este artículo?
EL INFILTRADO
- Nº personas: 3-5
- Edad: 10+ años
- Tiempo: 20 minutos aproximadamente
- Editorial: Devir
- Autoría: Tanner Simmons
- Precio: 18€ aprox. en vuestra tienda de cabecera u online aquí.
El Infiltrado es un juego «casi cooperativo». La mayoría de agentes son leales pero habrá alguien que trabajará contra el resto e intentará sabotearnos. Las agentes tendrán que intentar completar misiones para ganar, mientras que El Infiltrado tendrá como objetivo ganar información (ganando rondas de juego pero no exclusivamente así).
PREPARACIÓN
Dependiendo del número de participantes, cogemos la carta de ayuda que nos indicará tanto la preparación de la partida como su final.
Cogeremos tantas cartas de Agentes como jugadoras haya menos una. Añadimos la carta Infiltrado y tras barajarlas las repartimos en secreto a cada participante.
Barajamos las 52 cartas de juego y las repartimos según indique la carta de ayuda:
- 3 jugadoras: 13 cartas para cada una
- 4 jugadoras: 12 cartas para cada una
- 5 jugadoras: 10 cartas para cada una
Las cartas sobrantes se devuelven a la caja sin mirarlas.
Cada participante comienza también con una ficha de secretos, colocando el resto en un montón al alcance de todo el mundo.
Por último barajamos las cartas de misión (quitando, para empezar, las cartas de misión arriesgada) y las colocamos bocabajo en el centro de la mesa.
CÓMO SE JUEGA
Ahora que ya sabemos qué papel jugamos cada una, la ronda comienza con la jugadora inicial robando dos cartas de misión. De estas, escogerá una y la dejará bocarriba en el centro de la mesa. La otra se descartará bocabajo.
Aquí ya entra en juego nuestro papel de agente o infiltrado, como veremos más adelante.
Como cualquier juego de bazas, la primera carta jugada es el palo a seguir. Todo el mundo tendrá que jugar una carta del mismo palo, a no ser que no tenga disponibles en su mano. Esto lo haremos, además, intentando cumplir la misión de la carta elegida.
En la carta de la misión encontraremos también cual es el Triunfo, es decir, el palo que, en cada ronda, será el que prevalezca sobre el resto.
Quien gane la baza, independientemente de si se cumple o no la misión, se llevará una ficha de secretos y será quien elija la próxima misión, repitiendo la mecánica de robar una y descartar otra.
Y ahora el detalle importante: El Infiltrado no tiene por qué cumplir la norma de jugar el palo principal. Puede engañar, decir que no tiene, y jugar cualquier otra carta para conseguir dos cosas: ganar la baza para conseguir una ficha de secretos y que los agentes no logren completar la misión.
JUGARSE INFORMACIÓN
Si alguien tiene, al menos, una ficha de secretos, puede jugarse información. A la hora de jugar una carta, podrá colocar encima una de sus fichas de secretos haciendo que dicha carta se convierta en una carta de Triunfo.
Esto podrá hacerlo cualquier persona menos la jugadora inicial y quien haya desvelado ya su rol.
Quien gane la ronda, además de la ficha de información que gane por ello, se llevará todas las fichas de información que haya sobre las cartas.
FINAL DE LA PARTIDA
La partida puede terminar de 3 formas.
- Las Agentes han logrado el número de misiones necesarias para ganar la partida (9, 7 o 6)
- El Infiltrado ha conseguido el número de fichas de secretos necesarios para ganar la partida (6, 5 o 4)
Cuando cualquier persona llega a el número de fichas de secretos que haría que El Infiltrado ganara la partida, tendrá que revelar su rol. Si es una agente, continuaremos jugando.
Pero puede que ninguna de estas dos circustancias ocurra cuando tan sólo nos queden dos cartas en la mano (1 en partidas para 5 personas), así que pasaremos a la tercera forma de concluir la partida: la votación.
Tendremos que tomar una decisión entre todas y votar por quién creemos que es El Infiltrado. Si se desvela, ganarán los agentes. Si hay empate o El Infiltrado no ha sido descubierto, ganará este.
VARIANTES
El Infiltrado nos ofrece, además, varias formas de cambiar el juego, gracias a otros roles especiales.
Así, podemos encontrar los roles de «Agente con micro», «Agente paranoico» o el «Cómplice», que al prinpicio de la partida revelará su rol, mirará en secreto el rol de otra persona y tendrá que jugar intentando que el bando de esta última sea el bando ganador.
Eso sí, la cómplice no podrá obtener fichas de secretos y si llegara a ganar alguna baza haría que su cómplice (a quien ha mirado la carta) pierda una de sus fichas.
Además de diferentes agentes y cartas neutrales, que siguen sus propios objetivos (señuelo y sospechoso, además del cómplice) también tenemos roles específicos que jugaran contra los agentes como el Doctor No, cuyo objetivo es revelar los roles del resto de jugadoras.
A todo esto hay que añadirle las cartas de misiones arriesgadas, que separamos al principio de la partida, y que añaden más dificultad para las agentes.
CONCLUSIÓN
Rápido y muy divertido, El Infiltrado es un juego que últimamente ha salido mucho a mesa en mi grupo de juego, disfrutando tanto del juego básico como añadiendo algunos roles especiales.
Como decía al principio, el juego ya empieza a hacerte sospechar desde el primer momento, ya que al elegir misión tendremos que pensar en qué es mejor para nuestro bando y el resto de participantes podrá poner en duda nuestra buena fe.
Además, que El Infiltrado pueda saltarse las reglas de seguir el palo no es tan beneficioso como pudiera parecer, ya que es posible que en un momento dado eso mismo haga que todo el mundo sepa que lo somos si tenemos que jugar un palo que habíamos dicho con anterioridad que no teníamos (para eso las agentes tendrán que estar bien pendientes en el transcurso de la partida).
Si logramos deducir quién es El Infiltrado nuestro objetivo podrá pasar, en lugar de ganar misiones, a intentar simplemente, por todos los medios, a que este no gane fichas de secretos, para forzar la votación y así capturarle.
En definitiva, un juego que nos ofrece muchas posibilidades, que nos tiene siempre en vilo, sospechando hasta de nuestra propia sombra y que sin duda ha sido todo un éxito en nuestra mesa.