I Jornada #Nosolopeques: Rol en familia

El calendario friki nos advirtió de que el pasado sábado 10 de junio sería un día importante para las familias, y es que la editorial Nosolorol organizó por primera vez la fantástica jornada #Nosolopeques, un evento exclusivamente de juegos de rol para niños. ¿Ya os parece un buen plan? Pues esperad, que os pongo los dientes más largos a los que no vinisteis…

EL LUGAR

El evento se llevó a cabo en la tienda madrileña de Generación X Carranza, un local de dos alturas que reservó su planta superior para esta primera jornada de rol en familia Nosolopeques. Esta tienda, además de contar con juegos de rol para niños, también dispone en su catálogo de una sección de juegos de mesa infantiles y de cómics para niños, lo cual habla bien de ellos.

Gracias a Héctor, que lo estuvo organizando con la editorial, y a Diego (Trece), el estupendo tendero que recibió y atendió el día en cuestión a los presentes, la logística fue sobre ruedas. Mesas, sillas, libros, dados, roll-ups… Todo estaba en su sitio. ¡Y un atril! ¿Para quién sería ese atril…?

LA CHARLA

¡Lo habéis adivinado! (creo) ¡¡Era para mí!! (sonido de ovación). Cuando el propio Nacho Muñiz, Responsable de Acción Comercial de Nosolorol -a quien ya os mencioné cuando hablé del famoso “Juega-Cuentos” y de los beneficios de los juegos de rol para los niños– me contactó para esta oportunidad, no pude rechazarla.

Tras los saludos pertinentes a la representación del equipo de Nosolorol, de la tienda, de los másters y de la Mazmorra de Pacheco, me presentaron y comenzó (comencé) la charla. Dado que la podéis ver a continuación en el vídeo del canal jugón de La Mazmorra de Pacheco (si no les seguís, ¡ya estáis tardando!), sólo os la resumiré diciendo que hablé de los siguientes puntos (sí, todo eso en 18 minutos), que ya desarrollaré en otro post:

• ¿Quién (osa) jugar a rol con los niños? Clasificación (le pese a quien le pese).
• ¿Cómo jugar a rol en familia?
  • Requisitos.
  • Rol con niños muy pequeños.
    • Juega-cuentos.
    • Rol en vivo.
  • La primera partida de rol. Consejos e improvisación.
• ¿Por qué jugar a rol? Beneficios familiares y personales.
• ¿Dónde más jugar a rol con niños? La escuela.

A continuación, la charla (¡gracias por la grabación, Chemi! ¡No me pone nada nerviosa que me coloquen un micro y me apunten con una cámara!):

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LAS PARTIDAS

Al finalizar la charla, los niños (y algunos padres, cosa que me agradó mucho) se pusieron cómodos en sus respectivas mesas y comenzaron a jugar. ¿Cómo fueron las partidas?

PEQUEÑOS DETECTIVES DE MONSTRUOS

El encargado de dirigir esta partida a cinco niños con edades desde 3 hasta 8 años fue Víctor Martín (de Cofradía del Dragón), quien antes de comenzar la jornada me aseguró que esta sesión sería un reto para él: era la primera vez que hacía de Máster a niños tan pequeños.

Debió de dársele especialmente bien, porque al terminar la partida, literalmente, los niños pidieron un bis. “¿Os ha gustado?”. “¡¡¡¡Siiiií!!!!”. “¿Queréis jugar otra?”. “¡¡¡¡SIIIIIÍ!!!!!”. Y así fue, ya que, como en la primera ocasión los cinco detectives localizaron y atraparon en poco tiempo al monstruo correspondiente, tras la resolución de la trama, Víctor les concedió un segundo caso.

Voy a reconocer que me preocupaba esta mesa. Los niños tenían edades muy dispares y, el más pequeño, contaba con sólo 3 años. No sabía cómo reaccionarían él y el resto de sus compañeros de equipo a una partida de rol en mesa, sentaditos y aportando ideas simplemente con su imaginación, unos lápices y papel. ¿El resultado? Maravilloso. Vi a todos los niños atentos y, no os miento, escuché varias veces al benjamín del grupo -que ya había jugado un poco a rol con Hero Kids y bastante a juegos de mesa- aportando ideas (¡y muy buenas!).

Que todos participaron de una manera u otra es un hecho que, además, quedó plasmado con la genial asignación de las medallas del manual de Pequeños Detectives de Monstruos (tendríais que ver sus caras… y sus pegatinas pegadas con orgullo en los sitios más variopintos: un brazo, una pechera, una frente…).

Nos consta que los niños no fueron los únicos que disfrutaron. Más de un progenitor comentó a posteriori lo satisfecho que estaba, indicando que lo habían pasado genial o incluso que era la primera vez que habían jugado sus hijos (¡y ellos!) y que éstos ya estaban pidiendo partidas para su inminente cumpleaños. ¿No es fantástico? El propio máster aseguró que “dirigir a niños tan pequeños fue una experiencia que me encantará repetir en otra ocasión“. Y es que, el rol con peques, ¡engancha!

LA TORRE DE RUDESINDUS

No conocía este juego de La Torre de Rudesindus y allí me lo descubrió Víctor Ch (de Cofradía del Dragón), quien ejerció como máster de tres niños de 5 y 6 años y sus padres. En este mundo, los jugadores interpretan unos pequeños demonios que trabajan con un contrato para el gran mago Rudesindus y deben realizar una serie de tareas.

Tuve la oportunidad de hablar con el padre de una jugadora, la cual aseguró que le gustó mucho y él mismo tenía ganas de redescubrir el rol. ¿Puede haber algo más bonito que encontrar una afición común con tu hijo/a?

El propio máster Víctor Ch salió también contento. No sabemos si fue por la emoción imprimida o por la complejidad de la historia creada, pero la mesa de La Torre de Rudesindus fue la última en terminar la mañana (¡casi dos horas jugando!). En la imagen le vemos entregado, prestándole atención y razonando a uno de sus jugadores. “Me gusta ser un buen master y que quieran seguir jugando historias”.

HORA DE AVENTURAS

Lo confieso: no me entusiasma la serie de TV. Sin embargo, cuando descubrí que existía el juego de rol de Hora de Aventuras, la idea me encantó. Me parece un punto de encuentro muy interesante entre los padres o tíos que disfrutan la serie y los niños más mayores que se sienten atraídos por sus dibujos o sus historias.

Míchel González -creador del juego de cartas Krynea Battlefield– fue el responsable de dirigir las dos partidas que generó este juego. Por la mañana, a tres niños de 6, 10 y 11 años y, por la tarde, convenció a una madre que venía con su hijo (8 años) para que también jugaran ella y su hija (12). Al igual que en la mañana, durante la partida, un observador externo no podría averiguar quién había venido sin intención de jugar. Os aseguro que yo no habría sido capaz. ¡Menudas caras de entusiasmo!

El juego trajo risas, canciones e improvisaciones. Al terminar, de nuevo, también los padres, alguno con experiencia y otra sin ella, aprovecharon el rato en la tienda para seguir absorbiendo información sobre el mundo de los juegos de rol o incluso llevándose para casa el juego. ¡Menudo éxito!

OPINIÓN PERSONAL

Antes de terminar, sólo quiero elevar una queja respecto a algo sucedido en este evento. Varios de los asistentes me dijeron, antes del evento, que iban a ir. Una vez allí, ningún asistente me saludó (¡Nadie! ¡Qué fuerte!) y, sin embargo, luego me pasaron fotos y pruebas diversas de su asistencia. Así que yo os digo, queridos lectores, seguidores, MeGustadores… Si me conocéis, si me seguís, si habéis interactuado conmigo… ¡saludadme, copón! 

Creo que es evidente que, personalmente, me lo pasé genial, ya no solo dando la charla al principio (me gusta hablar, ¿se nota?), sino también viendo a los niños disfrutar. Porque es eso: disfrutaron. Todos. Y, además, la experiencia me dice que, más tarde, ya fuera de la tienda, todos rememoraron con emoción la aventura que habían vivido.

No han sido pocos los comentarios que hemos recibido para que este tipo de jornadas se repitan en otras ciudades. Si no habéis sido escuchados: insistid. Pedidlo a vuestras tiendas, a las asociaciones, a Nosolorol. El trabajo de difusión de los juegos de rol es fantástico y debemos seguir trabajando en ello. Desde Bebé a Mordor, prometo poner mi granito de arena siempre que pueda.