Hoy os venimos a hablar del nuevo cómic juvenil de Vera Brosgol, Jane y la sirena. Cómic nominado a los premios Eisner como mejor obra juvenil, galardón que la autora se llevó con su primera obra: El fantasma de Anya, uno de los mejores cómics juveniles de los últimos años.
¿Qué nos ha parecido esta nueva obra de la autora? ¿Mantiene el nivel de su anterior obra, Prepárate? Pues os lo contamos a continuación…
JANE Y LA SIRENA
Edad recomendada: 12 años
Número de páginas: 368 páginas
Material: tapa dura, color
Editorial: Astronave
Autoría: Vera Brosgol
Precio: 25,95 € en vuestra tienda local o bien online (os dejamos link a Amazon)
Muchas veces pensamos que las y los peques no son capaces de comprender temas complejos o que viven aislados de la dura realidad que nos rodea. Pero los hechos demuestran que desde su más tierna infancia, van recibiendo mensajes. Mensajes que, poco a poco, calan en su interior hasta que se acaban creyendo que las cosas son como nos las quieren vender, que sólo hay una verdad incuestionable o que hay que seguir las normas «porque toda la vida se ha hecho así» y que no debemos ir más allá.
Esta es la realidad que cree y sigue a pie juntillas nuestra protagonista. Jane es una chica que podríamos considerar «no agraciada» según los estándares vigentes: es gordita, con muchas pecas, bajita, un pelo anodino… una chica que no es nada y que nada tiene que ofrecer.
Por si fuera poco, se queda huérfana y su desagradable primo le dice que se quedará con todos sus bienes, puesto que las mujeres tienen prohibido heredar. Así que Jane tiene una semana para encontrar la única solución posible: un marido. ¿Pero quién accederá a casarse con alguien tan… fea?
Entre cuchicheos del pueblo y risas, Jane decide lanzarse a proponerle matrimonio a Peter, el chico más guapo del pueblo. Él está pasando apuros económicos y este matrimonio de conveniencia parece ser la solución idónea. Pero todos los planes de esta pareja se truncarán cuando Peter se vea arrastrado por la mujer más hermosa que nadie ha visto nunca, pero que resulta ser… ¡una sirena!
A partir de aquí, Jane emprenderá un viaje por el fondo marino para rescatar a su amado de las garras de la sirena, encontrándose con varios aliados por el camino.
Como veis, el cómic tiene una estructura de cuento clásico, con una heroína dispuesta a arriesgar su vida y donde la magia y los seres mitológicos abundan.
Pero aquí es donde la maestría de Brosgol entra en juego. Utilizando la dicotomía belleza-fealdad, nos muestra el desafío de crecer en un mundo rodeado de superficialidad, donde se nos enseña que bello es igual a bueno, y feo es igual a malo o algo a evitar.
Poniendo en el centro de la cuestión no sólo la importancia para nuestra vida diaria el cómo nos perciben los demás, sino la verdadera problemática: quién ha decidido lo que es aceptable y lo que no, y si es posible cambiarlo. No en vano, antes las mujeres no podían heredar y ahora sí…
Además, esta profunda reflexión sobre el aspecto y la presión de mantenernos siempre como personas jóvenes y deseables, incluyendo la privación de comida que aquí también se toca, aparece en el cómic de manera no moralizante ni dando lecciones a los jóvenes, sino como una realidad a la que nos enfrentamos personas de toda época y lugar, especialmente las mujeres. Interesante también las dinámicas familiares y sociales que se tocan en el cómic y el poder basado en, de nuevo, la apariencia.
Todo esto subyace mientras vemos a la protagonista ser encerrada, huir de peces abisales, luchar con esqueletos en busca de sirenas, entablar amistad con un selkie o reencontrarse con alguien que creía perdido.
Aventuras, humor, magia, y un dibujo y color absolutamente espectaculares, hacen de Jane y la sirena una lectura excelente para jóvenes y adultos. Con unas reflexiones que nos evocan a obras más para público adulto como Giganta o Belleza sin dejar de entretenernos por el camino. Y, sobre todo, una lectura que nos ayuda a plantearnos: «¿quién decide lo que es bello, en primer lugar?»
Bibliotecaria, community manager y documentalista desde el nacimiento: hacía fichas de libros y jugaba a que mis muñecos iban a una biblioteca y se los prestasen. Apasionada de la lectura, pero sobre todo de almacenar libros que se que no me va a dar tiempo a leerme en mil vidas. Y sobre todo amante de sentir hype por todo. No, en serio, tengo problemas con la emoción que me causan miles de cosas. Y con el merchandising (malditos y seductores funkos). Luchando día a día contra mi síndrome FOMO, hecho que me hace almacenar información de más sobre cosas que no interesan a nadie. Como la mayoría, fui youtuber y podcaster durante la pandemia en Ser mejor hoy. Pero lo que más me gusta del mundo es aprender cosas nuevas, y eso intento hacer todos los días.
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