Hay juegos que, cuando los ves en la tienda, te llaman la atención, a primeras estéticamente. Hay juegos que, cuando los ves jugar, te llaman la atención, especialmente por las risas de la mesa en la que se está jugando. Hay juegos que te llaman la atención ya simplemente por su nombre, quizás porque has estado en Namibia y allí le hiciste una promesa a los baobabs. Hay juegos que, directamente, tienen todo esto. Pues en este artículo os presento uno de ellos: el juego de mesa Baobab, de la editorial Mercurio. ¡Vamos a descubrir por qué!
¿Qué encontrarás en este artículo?
BAOBAB
- Jugadores: 2-4 (no veo inconveniente en jugar 5, salvo que alguno empiece con más o menos cartas)
- Edad: 6+
- Tiempo: 10-15 minutos
- Mecánica: Habilidad / Fuerza tu suerte
- Editorial: Mercurio
- Autor: Josep M. Allué
- Ilustrador: Cyril Bouquet
- Precio: 17€ aprox. en vuestra tienda friki de cabecera u online.
Baobab, al igual que otros juegos de mesa de la editorial Mercurio de los que os he hablado, es un juego divertido, dinámico, bonito y que se explica en 4 minutos. Recomendable desde 6 años, desde 5 podrán jugarlo, aunque les faltará algo de destreza, pero se divertirán. Se trata de un reto y diversión para jugar en familia y también entre amigos. Es de esos juegos que te ponen de buen humor. Que te sacan la sonrisa desde que estás leyendo o escuchando las instrucciones.
Es un party bonito, muy llamativo, de temática atractiva, en el que la propia cajita metálica cilíndrica y su tapa, que sobresale por arriba dando forma de árbol, forman parte de la mecánica, cosa que me encanta. Fue ideado por Josep M. Allué (reconocido y premiado autor español de juegos de mesa, especialmente del tipo filler fun family -¡los que más disfruto!-) y mejorado aún más estéticamente al traerlo a España por la editorial Mercurio desde Blue Orange, según nos contaron en Twitter cuando hablé de él:
He empezado el día echando una partida conmigo misma a Baobab y estoy de súper buen humor.
Gracias por crear estas cositas, @jm_allue. 😍 Y gracias, @Mercurio_Juegos, por traerlo.
🐅🌳🌺🐝 pic.twitter.com/iMY3TfeYPd— Bebé a Mordor (@bebeamordor) 18 de mayo de 2018
CÓMO SE JUEGA
PREPARACIÓN
El juego de mesa Baobab es uno de esos que se entienden mucho mejor jugando y tirando sobre la marcha de la fantástica chuleta (incluida en el juego como «carta de referencia») que en una reseña, ¡pero lo intento! Para empezar, se sacan todas las cartas de la lata y se deja esta tapada con su tapa (la copa del árbol). Se reparten todas las cartas entre los jugadores para que todos tengamos las mismas. Cada jugador coloca sus cartas delante de sí, bocabajo, en una pila.
El objetivo consiste en quedarnos con el menor número de cartas posibles entre las de nuestro mazo y las que nos llevemos por penalizaciones: es decir, hay que deshacerse de las cartas, pero hay que deshacerse de ellas bien.
MECÁNICA
En su turno, cada jugador decide y dice cuántas cartas va a jugar (1, 2 o 3). Después (no antes) las coge de su pila, las mira y decide en qué orden las quiere jugar. A continuación, las coloca en ese orden en el baobab según el tipo de carta que sea. Todas las cartas que se caigan del baobab en su turno, van directas a la pila de penalización del jugador. Ojo: puede decidir no jugar más cartas de las que tiene.
El juego termina cuando un jugador coloca su última carta (de la primera pila, no de las penalizaciones) en el baobab. En ese momento, los jugadores cuentan las cartas que les quedan por jugar y las de la pila de penalización: gana el que tenga menos cartas en total. Para los que quieran hacer la partida más larga, las cartas que penalizan se ponen debajo de la primera pila, por lo que directamente gana el primero que se quede sin cartas.
CÓMO SE COLOCAN LAS CARTAS
Antes de empezar, dos cosas importantes: las cartas se colocan con una sola mano y está prohibido tocar con las manos o mover las cartas ya puestas. Dicho esto, vamos a explicar cómo se coloca cada una de las cartas:
- Hojas: se colocan en cualquier sitio del baobab, como queramos, incluso encima de abejas (ver luego).
- Flor: se coloca sobresaliendo la parte de «suelo» marrón del dibujo hacia afuera del borde de la copa del baobab y, la parte verde, sobre otras cartas (incluidas abejas).
- Mono: se agarra con la cola, así que la parte verde va sobre otras cartas y, la marrón, sobresale. La diferencia con la flor es que a los monos sí les pican las abejas (ver luego).
- Serpiente: se enrosca, así que se mete debajo de otras cartas del baobab, pero con la parte de suelo marrón del dibujo sobresaliendo del borde (y sin tocar otras cartas, ojo).
- Abeja: se pueden colocar en cualquier sitio del baobab, pero una vez puestas, ninguna carta con animales (solo hojas y flores) pueden tocar la parte del dibujo de las abejas de la carta (sí se puede tapar la parte de hojas de la carta de abejas, ¡si hay suficiente pulso!).
- Si la carta que se coloca encima, toca el dibujo de la abeja, dicha carta (y alguna más si se cae al «saltar» la carta picada) se lleva al mazo de penalización del jugador. Las abejas se quedan en el baobab. ¡Para fastidiar!
- Las abejas no se pican entre ellas.
- Si las abejas se cubren con flores u hojas, ya dejan de picar.
- Tucán: como vuelan, la carta se lanza desde un palmo de distancia como un frisbee. Y se cae. Siempre se cae. ¡No me digáis lo contrario, no os creeré!
- Leopardo: llega de un salto, así que la carta se deja caer desde una altura de un palmo.
- Murciélago: vuelan en la oscuridad, así que nosotros cerramos los ojos, extendemos el brazo y dejamos caer la carta. Suerte.
- Camaleón: copia lo que tiene alrededor, así que su carta se coloca como la última que se haya jugado. La parte de hojas más claras sirve para imitar la flor, serpiente o mono (como esa parte de «suelo» para sobresalir). Nota del autor: se puede poner un camaleón sobre una carta de abejas sin que le piquen «si es justo después de jugar una de las anteriores. Una vez jugado el camaleón pasa a ser un camaleón y se puede jugar cualquier carta sobre él.»
NORMAS PARA SIMPLIFICAR EL JUEGO
En el caso de que queramos simplificar el juego, bien porque es la primera vez que jugamos, bien porque lo queremos probar con niños más pequeños o bien con personas con alguna dificultad para entender o ejecutar reglas complejas, se pueden hacer varias cosas (una o todas ellas):
- No decidir al principio si se cogen 1, 2 o 3 cartas, sino darle la vuelta a la primera de nuestro mazo en nuestro turno e intentar colocarla. Luego, pasa el turno al siguiente. Ojo, esta regla está avalada por el propio autor!
En casa jugamos a una versión todavía más sencilla: se reparten todas las cartas entre los jugadores por igual y en tu turno simplemente giras la primera e intentas ponerla. Más rápido y sencillo imposible. 😊
— Josep M Allué (@jm_allue) 10 de julio de 2018
- Reducir el número de cartas por jugador (por ejemplo, 20 cartas aunque sean 2 jugadores). De ese modo, la partida durará menos tiempo y será más fácil llegar al final.
- Eliminar las cartas de Camaleón y/o Abejas, que son las más difíciles a nivel de reglas.
- Eliminar las cartas de Tucán y/o Serpiente, que son las más difíciles a nivel de destreza. La de Tucán, realmente, da igual, porque… ¡no la puede poner nadie! ¡Es imposible! Así que estáis todos en igualdad de condiciones… (¿se nota que no lo he conseguido nunca?)
HABILIDADES Y COMPETENCIAS
Los juegos de habilidad como Baobab desarrollan habilidades, valga la redundancia, y competencias. Además de los beneficios de los juegos de mesa en términos generales, vamos a ver cuáles trabajaríamos con este juego.
HABILIDADES MÁS ESPECÍFICAS
- Coodinación óculo-manual. Este juego de cartas voladoras obliga a los jugadores a afinar su destreza y su puntería. Especialmente interesante es, por ejemplo, la carta en la que tenemos que cerrar los ojos y luego extender el brazo. En este caso, no tenemos coordinación óculo-manual, sino de nuestros propioceptores (el saber ubicar nuestro propio brazo o mano en el espacio), lo cual no deja de ser interesante.
- Psicomotricidad fina. Buen agarre y precisión de la pinza sujetando la carta para colocarla en determinados casos.
- Atención y concentración. Si no estamos atentos y concentrados mientras ejecutamos nuestra acción, no vamos a lograr colocar nuestra carta, por lo que estaremos fomentando esta habilidad.
- Visopercepción. En el caso de las abejas o de las cartas que tienen «suelo», hemos de ver bien en qué parte están colocadas y en qué espacio deberemos colocar la nuestra.
- Toma de decisiones. Al principio elegimos cuántas cartas poner (de ahí que sea un poco mecánica «push your luck» o «fuerza tu suerte», ya que dependiendo de cuánto arriesguemos puede salirnos bien la jugada o mal) y luego tenemos que elegir en qué orden ponerlas. No es trivial.
HABILIDADES MÁS GENERALES
- Planificación y organización. En el momento en el que tenemos que elegir el orden en el que poner las cartas, aunque sea una decisión táctica y de programación mínima, realmente estamos decidiendo, por ejemplo, qué cartas nos conviene poner al inicio y cuáles al final. Tenemos en cuenta el orden que afecta a la secuencia de acciones, para lo cual valoramos sobre las reglas de cada carta.
- Tolerancia a la frustración. No es que yo no haya superado el hecho de que los tucanes sean imposibles de colocar (bueno, vale, quizás sea el momento de reconocer que sí que hay gente que lo ha logrado…), pero claramente hay veces que nos puede frustrar no ser capaces de colocar una carta y, sobre todo, que nos la tengamos que «tragar» como penalización.
- Expresión emocional y socialización. Es un juego que despierta sonrisas. Interaccionamos con los otros jugadores, dejándoles unas u otras cartas para ellos. Nos reímos y compartimos la emoción y la tensión de los demás. Es un juego al que apetece jugar y echar una partida, porque nos va a poner de buen humor.
CONCLUSIÓN
El juego de mesa Baobab cumple con lo que su genial autor, Josep M. Allué, define como un juego del tipo Filler/Family/Fun (¡pido disculpas si no es exactamente este el orden que él emplea!). El concepto es un juego que es rápido (filler), que se puede jugar en familia (family) pero, sobre todo, que es divertido (fun). Es un juego que gusta llevar a los sitios porque llama mucho la atención desde el momento en el que lo sacas, por lo que ya de por sí es una buena inversión (que tampoco es caro).
Personalmente, me gusta mucho. Me lo paso bien y lo llevo a todos los talleres y sesiones de juegos, porque alguna partida siempre cae. ¿El motivo? Estética, diversión y mecánica. Un buen producto con un buen acabado. Ah… ¡y os reto a colocar correctamente el tucán! Si lo hacéis, hacedme el favor de mandarme un vídeo (en redes sociales) o un gif o algo a bebeamordor@gmail.com, y lo coloco aquí abajo mencionándoos. (Si no hay ninguno, es que definitivamente no es posible colocar bien el tucán. ¡Ja!) ¡A por él!
[Actualizado 13/07/18] TENEMOS A LA PRIMERA CAMPEONA (pinchad en «respuestas» para ver el vídeo):
Qué chulada de juego. Y qué de cosas se pueden aprender jugando, sin darte cuenta
Y que lo digas! Es lo que decimos siempre, la mejor manera es aprender jugando! 🙂