What’s Up [Last Level]

Hay gente que no juega a juegos de mesa. Algunas personas, porque dicen que no les gusta pensar. Otras, que dicen que no les gusta aprenderse muchas normas nuevas. Otras porque les dan pereza las partidas largas. Algunas otras, ponen como excusa que no pueden jugar si no es con sus hijos. Para todas estas personas, tengo un juego ideal: What’s Up de Strawberry Studio (editado por Last Level). Se trata de un juego de cartas rápido, visualmente atractivo (¿a quién pueden no gustarle unos pájaros gordos de colores?), que se explica en un minuto y en el que hay que pensar… pero solo un poquito.

WHAT’S UP 

• Jugadores: 2-4
• Edad: +8 (oficial)
• Tiempo: 15-20 minutos
• Diseñador: Strawberry Studio
• Precio: 10€ aprox.
• Dónde conseguirlo: online en Amazon o Planeton Games o presencialmente en tu tienda friki de cabecera que tenga juegos de esta editorial, como Pics, al que doy las gracias por el ejemplar del juego.

Como ya os conté en redes sociales, volví del Metrópoli Cómic Con de Gijón con un gran botín que aún no he tenido tiempo de catar en su totalidad. Una noche, después de un día cansado, se me fueron los ojillos a una caja pequeñita muy bonita que contenía un juego sencillo del que ya había oído hablar y decidí enfrentarme al manual de instrucciones. Lo abrí. «¿Solo esto?», me pregunté. «Seguro que tiene trampa», me dije. Pero no. Cinco minutos después, sabía jugar. En cuanto apareció Mr. B, le propuse echar una partida. En 5 minutos estaba el juego preparado sobre la mesa y Mr. B ya sabía jugar. Tanto, que me ganó la primera partida. Echamos otra (y también me ganó la segunda).

What’s Up es un juego adictivo pese a su sencillez. Oficialmente se recomienda desde 8 años como mínimo. Las reglas y la mecánica la entiende perfectamente un niño de 5 o 6 años. Es ese punto de picardía o mínima táctica lo que hace que hasta los 7 u 8 años les cueste más ganar a los adultos (siempre que nosotros juguemos yendo a ganar muy concentrados y cuando la suerte no está de su lado).

Cómo se juega

La mecánica es extremadamente sencilla. El objetivo del juego es acumular colecciones de pájaros, estando cada colección compuesta por 3 cartas (de uno, dos y tres pájaros del mismo color, bajadas en ese orden). Las 30 cartas (con 2 caras con dibujos) se disponen aleatoriamente sobre la mesa en una cuadrícula de 6×5 aproximadamente. Por turnos, cada jugador coge una carta de la mesa y le da la vuelta. Podrá añadir esa carta a su colección siempre en orden (uno, dos y tres pájaros) y sin repetir color. Si no puede añadir la carta, la deja en la misma posición, del último lado descubierto. En la versión avanzada del juego, al darle la vuelta también se le puede cambiar el sitio en la mesa.

El quid de la cuestión es que hay una regla para deducir qué hay al otro lado de la carta (además de por memoria), y es que si por delante hay un número n de pájaros de un color, por detrás habrá o el mismo número n animales de distinto color o un número n distinto de pájaros del mismo color. Gana el que acumule antes 4 colecciones (si somos dos jugadores), 3 colecciones (si somos tres) o 2 colecciones (si somos cuatro).

En el vídeo podéis ver cómo (de monísimas) son las cartas y averiguar si consigo el reto de explicar el «Cómo se juega» en 60 segundos. Ya os adelanto que hay tensión…

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=8VK6kFMJYk0&w=560&h=315]

Habilidades aprendidas

Al ser un juego para mayores, se dan por hecho una serie de habilidades aprendidas, entre otras, la psicomotricidad fina y la adquisición y respeto de las reglas del juego. Aparte de ellas, tendríamos otras más específicas como:

• Razonamiento lógico: Es la más obvia. Partiendo de la regla de número y color de pájaros en las cartas, el juego obliga necesariamente a razonar para poder ganar, ya que la memoria no es suficiente. De esta forma, estamos potenciando y agilizando la lógica de los niños y mayores.
• Memoria: Aunque si el azar se nos da bien, puede que no nos haga falta memorizar las cartas, el juego tiene un poco de memory. Por otro lado, la regla lógica debería teóricamente ayudar a la memoria, si bien hay ocasiones en las que nos dejamos llevar más por el razonamiento que por ésta y fallamos.
• Socialización: What’s Up es uno de esos juegos divertidos que se prestan a, durante la partida, mirar a los demás jugadores y echarte sonrisas al ganar y al perder e incluso llegar a pedir la revancha con buen rollo.

• Análisis de la competencia: Un buen jugador estará atento al avance de las colecciones de sus rivales para ponerle difícil avanzar y seguir acumulando cartas, tratando de coger para su propia colección aquellas cartas que puedan en ese momento venirle mejor al otro.
• Tolerancia a la frustración: Como siempre, las penas con pan son menos. Si cuando le damos la vuelta a una carta, nos equivocamos, las risas y la tensión de estar jugando ayudarán a digerir mejor la frustración generada.
• Toma de decisiones: Este juego tiene azar, pero también tiene una parte de razonamiento que hace que cada turno implique una decisión por parte del jugador que, de hecho, va a tener una consecuencia inmediata: que puedes añadir la carta a una colección o que no puedes. Así, la responsabilidad sobre las acciones es directa y rápida.

CONCLUSIONES

Me ha gustado mucho este juego. Por la estética, resulta atractivo a niños (que pueden jugar desde los 6-7 años) y a muchos adultos. Por la simpleza y corta duración, gusta a personas que no juegan mucho o que pueden dedicarle poco tiempo. Por la originalidad y la mecánica satisface a jugones como filler.

Ocupa poco espacio, es muy portable y, una vez solventada alguna duda sobre el reglamento en castellano (parece que se les olvidó traducir una frase del inglés) y la posibilidad de empates, me parece un juego digno de ser adquirido para echar partidas cortas entre adultos o con niños, especialmente al precio real de tienda (9-10€).