Cuando, con un niño de año y medio, empecé a informarme más a fondo por juegos de mesa infantiles, uno de los que más sonaron de la editorial Haba fue el Animal sobre Animal, motivo por el que, sin saber aún mucho sobre él, lo puse en el punto de mira. Sin embargo, en la tienda donde pregunté cuando cumplió los dos añitos, me dejaron muy claro que hasta que el niño no tuviera los 3-4 años no iba a poder jugar a este juego, así que no pude comprarlo (¡me dejaron sin excusa!).
Finalmente, cuando, pasado el tiempo, el Dragón abrió por primera vez este juego, ya equipado evolutivamente con su «pinza digital» (sus dedos pulgar e índice sosteniendo cosicas), se le hicieron los ojos chiribitas y empezó a jugar antes incluso de que nos leyéramos las normas.
¿Qué encontrarás en este artículo?
ANIMAL SOBRE ANIMAL
- Jugadores: 2-4
- Edad: 4+
- Tiempo: 10 minutos
- Editorial: Haba
- Dónde conseguirlo: Como siempre, os recomiendo buscarlo en vuestra tienda friki de cabecera. En estos buscadores podréis localizar la más cercana:
Animal sobre Animal es uno de esos juegos que se convierten en superventas porque cualquiera que abra la caja, tenga la edad que tenga, siente ese impulso irrefrenable por apilar cosas. Estoy segura de que en el Paleolítico los homo sapiens de la época, en sus ratos muertos (que, sin juegos de mesa y sin series, debían de ser muchos), colocaban huesecitos unos encima de otros… ¡A ver si esta vez no se caen!
Y es que pocas cosas hay tan divertidas como la tensión de saber si, gracias a tu propia destreza, conseguirás que al final haya un silencio victorioso o el derrumbamiento sonoro (y lleno de gritos y risas) del perdedor.
Cómo se juega
En primer lugar, aquí tenéis el manual de instrucciones del mismo (en castellano en la página 19). Animal sobre Animal no es dependiente del idioma y el manual es igual para todas las versiones del juego, por lo que podéis comprar uno que ponga “TIER auf TIER” y el contenido será igual, salvo porque podréis decir si os hace ilusión que tenéis un juego de importación, ¿a que mola?
Mucha mejor opción para ver cómo es el contenido y cómo se juega es ver (solos o con vuestros hijos) este estupendísimo vídeo al cual podéis darle likes como si no hubiera un mañana (¡y suscribíos, que es gratis y no os molesta nada!). Ya veréis como os engancha el juego:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=yoeCJcZxzK8&w=560&h=315]
Habilidades aprendidas
- Psicomotricidad fina: Este es un juego de destreza, por encima de todo, y esa destreza parte de la base de un trabajo de habilidad motriz fina importantísimo. La esencia es que, en primer lugar, esos dos deditos sostengan adecuadamente la figura antes de colocarla en la pirámide.
- Concentración y toma de decisiones: Uno no puede apilar animales así a lo loco. Hay que pararse, evaluar cuál es el lugar más adecuado para colocar tu figura y hacerlo con cuidado. Esto requiere un trabajo de concentración, evaluación y toma de decisiones importante. Además, la responsabilidad sobre la decisión tomada es inmediata. Salvo cuando pueden achacar a un desplazamiento de la mesa o una ráfaga de aire, generalmente saben que la decisión o su movimiento no han sido acertados y han de asumir esa consecuencia en forma de derrumbamiento.
- Comprensión de las reglas del juego: Al ser un juego de mesa, los niños deben respetar los turnos, tirar el dado, recordar y asociar el significado de la cara que le ha salido y ejecutar su acción.
- Socialización: Aparte de la intrínseca asociada a los juegos de mesa, en este juego hay dos eventos del dado («Mano», que le entregas una figura a otro jugador, e «Interrogación», que los otros jugadores deciden qué figura tienes que colocar tú) que hace que interactúen y se comuniquen entre sí. A veces habrá negociaciones con voces infantiles rogando para que no se les asignen animales difíciles. Pinta divertido.
- Análisis de la competencia: De especial importancia precisamente para intentar ponérselo difícil a otros jugadores y tratar de ganar. Es interesante cómo con la edad van descubriendo que es mejor para ellos que a los otros les vaya peor. Y más interesante es ver cómo lo aplican. Mezcla de orgullo y de «Pero… ¿y este niño desagradecido?«.
- Saber perder/ganar: Es un juego competitivo, pero es raro que no impere la risa por encima de todo, por lo que es ideal para niños (y adultos) que tienen «mal perder». ¡Esa tolerancia a la frustración hay que trabajarla como se pueda!
- Orientación al reto: Al final, aunque sea competitivo, de alguna manera este juego es retador para uno mismo. El objetivo es de una dificultad moderada, no inalcanzable, pero sí un poco difícil, así que engancha esa motivación de superación a uno mismo. «Esta vez no se me va a caer…».
- Reforzar conocimientos: Animales, ¿no? Baste decir que, a raíz de jugar a este juego, el Dragón y yo estuvimos viendo documentales sobre el lagarto de gorguera. Cuando el objetivo de un juego es quedarse sin elementos (cartas, figuras, fichas, etc.), se trata de una cuenta atrás que implica matemáticas (conteo, resta, etc.). Tirar un dado, no me cansaré de decirlo: concepto de azar y estadística. Pero, sin duda, lo más interesante del juego es que trabaja con conceptos rudimentarios de física: equilibrio y gravedad, dentro de las fuerzas que hay en una pirámide de animales.
CONCLUSIONES
Como ya comento en el vídeo, este juego los niños se lo rifan en las ludotecas. Es divertido (un poco ruidoso de más para jugarlo en un bar o cafetería que no sea de orientación lúdica), retador y no cansa.
Se puede jugar desde los 4 años siempre que se tenga ya ese dominio de la pinza. Además, como no es dependiente del idioma, estoy bastante tentada de llevármelo de viaje (quizás metiendo los animales en un saquito para que ocupe menos), porque en caso de querer incluso jugar con desconocidos en un país de lengua extraña, me parece ideal. Lo único malo en ese sentido es que, precisamente por ser de madera (aspecto positivo), pesa un poquito. Pero para que entendáis la sencillez del juego.
Y a vosotros, ¿os apetece poner a prueba vuestra destreza y apilar cosas?
¡Nosotros lo tenemos! Nos lo regalaron unos amigos ya no recuerdo si en una navidad o en un cumpleaños del peque, y la verdad es que le hemos sacado mucho partido y los animales son monísimos!!
Un saludo!
Verdad?? Yo es que lo veo como un exitazo siempre que lo sacas. Y eso, divertido para todos. Mola mucho!
no conocía ni tu blog ni el juego. pero me apunto los dos. mi hijo, el mayor tiene ahora dos años y medio y me parece sencillo y divertido.
mil gracias
Fenomenal. ¡Buena elección! Es muy sencillo y muy apto para niños pequeños siempre que tengan esa capacidad de hacer la pinza y un poco de pulso. Y, si no, también! jejeje
Gracias por comentar!