– Mamá, ¿quién es ese?
– Es Alan, el koala de la clase de tu hermano.
– ¿Un koala?
– Sí, ¿te acuerdas del libro que leíamos cuando eras más pequeño…?
Cara de interés, negación con la cabeza. Sonrío mirándole.
– Los koalas son animales que viven muy lejos, ¿sabes?
– ¿Dónde viven?
– Mmmm… ¿Lo buscamos en Internet?
Asiente contento con la cabeza.
– ¿Una K?
– Sí, ¿ves? Así empieza «koala». ¿Cómo seguiría? ¿Lo escribes tú?
– KOOO… Aaaa… Una A… L… ¡La L! A…
– ¡Fenomenal! Aquí pone KOALA.
Sonríe feliz, orgulloso. Después dice:
– Y, ahora, ¡a buscar con la lupa en Internet!
– ¡Genial! Mira, ¡aquí dice que viven en Australia! ¿Cogemos la Tierra para buscar dónde está?
– ¡Sí! ¡Sí! – va corriendo a por ella. Le encanta su bola del mundo. Fue un regalo de su prima.
– ¿Ves? –señalando– Aquí está Australia.
– ¿Y ahí viven los koalas?
– Eso es.
Mira la bola del mundo, pensativo.
– ¿Y cómo ha venido Alan hasta donde estamos nosotros?
– Uy, pues… no lo sé, porque está muy lejos, ¿verdad? Y… todo esto azul, ¿sabes qué es?
– ¿Agua?
– Sí, es agua… ¿Cómo crees que puede haber venido con toda ese agua en medio?
– Pues… en avión, ¡porque es el más rápido!
– Es verdad. Pero a lo mejor Alan no tenía prisa y podía venir más despacio. ¿De qué otra manera podría haber venido?
– Mmmm… ¡En barco! Porque van por el agua… pero son más lentos. Pero yo prefiero el avión…
Los niños son curiosos por naturaleza. Tienen que descubrir todo un mundo del que no saben casi nada. Hacerles preguntas y darles herramientas para que ellos mismos den respuesta a ese interés es un trabajo fantástico con recompensas maravillosas.
Este mundo no necesita niños que sepan de memoria dónde viven los koalas, sino niños que les interese conocerlo y que sí sepan cómo llegar a esa información y cómo transmitirla a otras personas. Aprender jugando es la mejor manera de aprender. Es la forma natural que tienen los niños de hacerlo. Muchos profesores abogan por este método y necesitan el apoyo de los padres. Démosles nuestra confianza. Por un mundo que necesita personas con sentido crítico, con herramientas para desenvolverse en la vida.
En el futuro necesitaremos adultos que piensen.
Por tanto, ahora necesitamos niños que jueguen.
Estoy totalmente de acuerdo. A los peques les encanta aprender investigando y manipulando 😀
Es la mejor forma, estoy segura. ¡Y qué bien que algunos profes lo apliquen! 😀
CIERTOOOOO me encanta como lo has conducido!!
yo tambien le hago pensar mucho al peque y le encanta, con juegos o cuentos, y es que tienen un cerebro tan rápido y plástico que con un poco de gracia y en palabras que entiendan …aprenden cualquier cosa
Efectivamente. Esa es la gracia de razonar con ellos. Y con lo que me gusta a mí hablar…! Jejeje
Nuestro peque va a un colegio Montessori y se trata exactamente de eso!! No de enseñarles un montón de cosas de carrerilla que no sirven para nada, sino para que esas ganas de aprender no se agoten nunca. Se ha dicho mil veces y se debería repetir mil veces más: lo que se aprende mientras te diviertes, se aprende mejor.
Un saludo
https://nadiemelodijoblog.wordpress.com/
Eso es! Es que los colegios con pedagogías «alternativas» son fantásticos para este tipo de cosas. #AprenderJugando es la manera.
Gracias por comentar!