Desde que soy madre me preocupa más comer sano. La verdad es que la cocina nunca ha sido uno de mis fuertes (como ya os comenté cuando os dije que soy un desastre en el hogar). Sin embargo, últimamente me estoy interesando un poco más por inculcarle a mis hijos qué comidas son más sanas y cuáles menos. ¿Y si hubiera un juego de mesa que nos ayudase con esta labor? Hoy os descubro The Chef King, un juego en el que ganará aquel jugador que presente el menú más saludable.
¿Qué encontrarás en este artículo?
THE CHEF KING
- Jugadores: 1-4 (incluye modo solitario y modo competitivo)
- Edad: 5+
- Tiempo: 20-30 minutos aprox. (el modo solitario serán unos 15)
- Editorial: Sigil of Dreams
- Autor e Ilustrador: David Santas
- Precio: 25€ aprox. Podéis encontrar las tiendas que lo tienen (también online) en este link.
Hace unos meses los chicos de la Asociación El Dado Rúnico me avisaron de que iban a organizar un evento para testear y proponer mejoras a un prototipo infantil/familiar educativo. Por supuesto, me llevé al Dragón y, aunque la edad mínima recomendada del juego era de 5 y él tenía 3, estaba segura de que al menos alguna sugerencia u opinión podríamos dar. Sus palabras textuales al marcharnos fueron «Mamá, mañana quiero volver a venir aquí y jugar otra vez a este juego«. Pinta bien, ¿no?
Desde el principio, la temática me atrajo por lo que os comentaba al principio, y el Dragón está realmente encantado con el juego (ya editado en su versión final). Su autor hizo un crowdfunding y fundó el proyecto. En un plazo de tiempo más que razonable (teniendo en cuenta los que manejan otras editoriales), Sigil of Dreams había sacado su The Chef King. Cuando, siete meses después de probarlo le preguntas a tu hijo si se acuerda del juego y él mismo te describe «el personaje» especial del juego (el Picón), es que definitivamente fue un éxito.
CÓMO SE JUEGA A THE CHEF KING
PREPARACIÓN
En primer lugar, para preparar el tablero, recomiendo que se pongan todas las fichas de alimentos boca abajo y se separen por categorías (viene un símbolo y color distintivo). Esta fase de preparación, aunque podría hacerse larga, es interesante de hacer con los niños. De este modo, se puede aprovechar para enseñarles en qué tienda del mercado se compra cada alimento y también si es verde (sano), amarillo (menos sano), rojo (a evitar) o neutro.
MODO COMPETITIVO
Una vez separados los alimentos se reparten boca arriba cuatro cartas de menú a completar para cada jugador. El que empieza el último, elige un alimento aleatorio que el personaje del Picón (¡que pica entre horas!) descartará del tablero.
En su turno, cada jugador irá a una tienda del mercado y cogerá de ella todas las fichas o tokens de alimentos que necesite para sus distintos menús. Lo lógico es intentar ir a la tienda en la que puedan coger más fichas, no pudiendo nunca repetir dos turnos seguidos en la misma. Tampoco pueden ir a una tienda si está ocupada por otro jugador (se ve que son tiendas pequeñas).
Si es el Picón (el personaje verde) el que está en la tienda a la que queremos ir, al llegar a ella enviaremos a éste a otra tienda donde se comerá y descartará otra ficha de alimentos a su elección (probablemente una que le haga falta a otro jugador). Ni que decir tiene que esta parte les encanta a los niños/as.
Cada vez que completemos un plato con sus dos ingredientes, cogeremos una carta nueva de menú boca arriba hasta tener siempre 4 para completar.
En el centro del tablero hay un temporizador (reloj de horno). Cuando termine una ronda en la que cada jugador haya hecho su acción, el temporizador bajará un número. Cuando llegue a cero, termina el tiempo y los jugadores deben elegir 4 de sus platos completados, que presentarán como menú final. El objetivo será presentar el menú completo (para desayuno, comida, merienda y cena) más sano y equilibrado de todos.
PUNTUACIÓN
- Hasta 4 puntos, 1 por cada plato presentado en el menú final.
- 1 punto si se han completado desayuno y merienda (1 punto solo si presentas dos cartas amarillas).
- 1 punto si se han completado comida y cena (1 punto solo si presentas dos cartas turquesa).
- 3 puntos si se han introducido en los platos finales presentados 3 o más alimentos verdes (niños, no basta con comer una sola manzana, ¡hay que comer mucha fruta y verdura!).
- 2 puntos si se han introducido sólo uno o dos alimentos amarillos (hay que comer salmón, pero en su justa medida).
- Restamos un punto como máximo si se han introducido dos o más rojos (un poco de chorizo de vez en cuando no pasa nada, pero no nos pasemos).
Por tanto, la puntuación máxima total será de 11 puntos. Esta fase es, sin duda, uno de los aspectos más complicados del juego. De hecho, en más de una ocasión me ha pasado que se ha dispersado la atención de los más pequeños en la fase de recuento de puntos. El motivo es que, de primeras, resulta algo difícil de explicar a otros porque no parece totalmente lógico para niños (algún adulto se me ha perdido también). Sin embargo, en segunda y sucesivas partidas, se hace bastante más sencillo para todos.
MODO SOLITARIO
En casa hemos jugado también al modo solitario (un poco «cooperativo» también madre e hijo) y nos ha gustado bastante. Esencialmente es igual, solo que el Picón sigue una secuencia predeterminada por 4 cartas aleatorias. Así, su primera acción será comerse el primer ingrediente de la primera carta, e irá moviéndose a las siguientes tiendas respetando las normas:
- No puede repetir tienda dos rondas seguidas.
- No puede ir a la que este ocupada por el jugador.
- Si no queda de ese alimento, saltará al siguiente.
- Si el jugador llega donde está el Picón, le mandará a una tienda a su elección a comerse un ingrediente.
HABILIDADES POTENCIADAS
Este juego está catalogado por su autor como juego «familiar + educativo». Veamos qué habilidades podemos trabajar con él en los niños:
HABILIDADES MÁS ESPECÍFICAS
- Consecución de objetivos. En The Chef King tenemos 7 turnos para completar el mayor número posible de platos que nos permitan montar un menú lo más saludable posible. Esos platos son objetivos concretos y precisos que hay que cumplir y los niños tienen ese pensamiento en mente en todo momento.
- Gestión de recursos. Cada uno de los ingredientes localizados en las distintas tiendas del mercado son recursos que hay que gestionar. Tenemos una serie de acciones o movimientos que hacer y hay que medir muy bien dónde hacerlas y qué coger para conseguir nuestros objetivos. Además, los ingredientes son limitados y puede haber competencia por ellos o que simplemente se agoten.
- Pensamiento estratégico. El jugador puede planificar sus siguientes movimientos (teniendo en cuenta un margen que no depende de él, en el caso del juego competitivo) de cara a optimizar sus acciones, ya que puede ver cuáles son sus objetivos a la vista.
- Programación táctica. En el caso del juego solitario, el jugador podría prever un número muy elevado de acciones y de recursos a varios movimientos vista (a falta de los ingredientes de las cartas de menú por descubrir una vez se completan las primeras). Poco a poco, incluso los jugadores más noveles y más jóvenes lo van haciendo.
- Conocimientos (nutrición). Sin duda, uno de los puntos fuertes del juego no es a nivel de habilidad per se sino de conocimientos a nivel de salud y alimentación, ya que permite obtener información general sobre la influencia de la nutrición como algo positivo o negativo, así como una variedad (a veces un poco exagerada) de recetas que, cuanto menos, pueden despertar el interés de nuestros pequeños chefs.
HABILIDADES MÁS GENERALES
- Toma de decisiones. En cada turno, los jugadores deben tomar una decisión que será relevante, ya que los recursos se van acabando. Tras cada decisión, el chef asume también su responsabilidad y las consecuencias de las mismas.
- Monitorización. Constantemente los jugadores tienen que ir viendo no solo qué acciones van realizando ellos sino también las de los demás jugadores. Es importante que tengan en cuenta la competencia, cómo pueden frustrar los objetivos de los demás e ir comparando la consecución de objetivos de cada uno.
- Tolerancia a la frustración. Sí, a veces nos quedamos sin ese ingrediente que nos hace falta y se nos queda una carta «muerta» entre las descubiertas. Y da rabia. Pues a gestionar esa frustración, pequeños y grandes.
THE CHEF KING: CONCLUSIÓN
The Chef King es un juego que, claramente, tiene muy buenas intenciones. En su web, el autor explica algunos motivos para que la alimentación sea un tema de gran importancia en su vida. Fruto de ello y de un trabajo de mejora del producto y del manual, surge este juego de mesa que, a nivel pedagógico, recomiendo.
Me habría gustado que el sistema de puntuación hubiera sido más rápido o ágil, y también que la estética general hubiera sido más moderna y vistosa. También, como me dijo el Dragón, que el tablero hubiera sido más grande (¡el espacio se queda escaso para tantos ingredientes!). Sin embargo, independientemente de ello, es un juego que gusta a los niños (¡sobre todo perseguir a El Picón y echarle y «hacer maldades» por él!) y que aporta mucho sobre una temática (la culinaria) que no se ha tocado de la manera más sana en los juegos actuales.
Muy bien solucionado también el modo solitario, que le da un valor añadido fantástico. Y, qué leches, ¡que tengo un Dragón en casa que me lo pide a cada rato! Y a vosotros, ¿cómo os vendría en casa o el cole un juego que convirtiera a los niños y niñas en pequeños chefs?
Que chulada de juego y que bien explicado!
Yo también me preocupo por la comida sana des de que soy madre, aunque no soy nada cocinillas, suerte del robot que me hace apoños comestibles…
Un abrazo
Benditos robots de cocina xD