Siempre hay fechas especiales próximas: el día del padre, el día de la madre, el de los abuelos, el de la tita y el tito molón, Navidad, los cumpleaños… Raro es que pasen varios meses seguidos sin que no haya ocasión para hacer algún regalo.
Que sí, que no hace falta hacer regalos en las ocasiones especiales. Cualquier día es bueno para regalar algo a alguien a quien queremos, y las ocasiones especiales no tienen por qué estar siempre envueltas en papel y con un lazo. Pero, a veces, hace ilusión.
¿Qué encontrarás en este artículo?
REGALOS Y DÍAS ESPECIALES
Hace un tiempo escribíamos sobre la necesidad de hacer compras conscientes y no compulsivas en momentos determinados en los que había grandes incentivos para comprar (vuelta al cole, fiestas especiales, etcétera).
Hoy, recordando aquel artículo en el que hablamos sobre los regalos artesanales para días especiales, volvemos a incidir en esto. En la importancia de que, en cada regalo que se haga, haya un poquito de la persona que lo entrega.
Y es que las wishlist (listas de deseos) están genial, y preguntar directamente qué quiere esa persona es súper práctico, pero a veces, hacer algo único, también es un detalle sin igual.
LOS REGALOS PERSONALIZADOS
Algunas veces, los tiempos modernos nos ayudan si hay algún regalo artesanal que queremos plasmar de un modo diferente.
Nuestra recomendación: hacer fotos de manualidades o escanear (en el caso de las obras «ilustradas»). Así podemos conservar un dibujo especial y diseñar camisetas online con él, por ejemplo. Imaginad ver un dibujo de vuestra peque plasmado en una prenda de ropa que podéis llevar encima siempre. Y que, seguramente, se pueda conservar en la memoria más veces: fotos con la camiseta, recuerdos…
O, por ejemplo, transformar una foto de una manualidad en un puzle, si queremos un 2en1 en el espacio de juegos.
Se trata, como siempre, de intentar darle valor a las cosas que tenemos. A los regalos que hacemos. A los regalos que nos hacen. Y, por supuesto, y lo que más, al tiempo que pasamos en familia.
PEQUEÑAS OBRAS DE ARTE
Ahora bien, ¿recordáis cuando hacíais manualidades en el cole y luego las llevabais a casa con la mayor ilusión del mundo? Reconozco, eso sí, que no recuerdo haber hecho tantas en mis tiempos como las que ahora traen mis hijos a casa. No hay semana que no llegue algo hecho.
Algunas las traen con menor entusiasmo, porque son poco más que un corta-pega al que no le han dedicado mayor interés. Pero otras, ¡son pequeñas obras de arte!
En casa, varias de esas obras de arte están «expuestas» en algunas paredes y en algunas estanterías. Incluso, una de ellas, la he llevado colgada al cuello durante varios años.
Y son esas que han hecho con especial esmero e ilusión, de las que se sienten orgullosos, las que traen con una sonrisa en la cara y diciendo «Te lo regalo».
Y, por supuesto, a esas obras hay que darles un lugar especial. No olvidéis nunca que son importantes para ellos. Quizás pensemos que no se dan cuenta (y, en algunos casos, quizá se les pase por alto), pero algunas de esas, les encantará verlas ahí, incluso años y años después.
Porque lo hicieron ellos y les dimos un valor muy grande, sobre todo, por ser suyo.
