Dentro de la enorme variedad de juegos disponibles en el mercado, y especialmente los más familiares, hay un grupo que despierta sensaciones muy opuestas. En este caso, me refiero a los juegos de velocidad de procesamiento. Así como habrá personas que, como yo, presta mucha más atención cuando le explican un juego en el que hay que ser rápido, también hay otras personas que inmediatamente dejarán de escuchar porque aseguran que no son para ellos. Los motivos son variados, pero los principales son dos: «Me ponen nervioso/a» o «Nunca gano«.
Aunque cuando doy consejos para jugar a juegos de mesa con niños (desde 2 años) siempre digo que hay que adaptarse a sus capacidades, en ocasiones, los juegos de velocidad de procesamiento son ideales para trabajar precisamente esos dos puntos si queremos mejorar esa capacidad: Para el «Me ponen nervioso/a«, debemos trabajar la tolerancia al estrés, mientras que para el «Nunca gano«, debemos trabajar la tolerancia a la frustración. En esa línea, para todas las personas que nos encantan y también para los que no tanto, hoy traemos 3 juegos de velocidad de procesamiento: los juegos de mesa Savanimo, Archi Chato y Labyrintix. ¡Vamos a conocerlos!
¿Qué encontrarás en este artículo?
5 JUEGOS DE MESA DE VELOCIDAD DE DJECO
Ya conocemos varios juegos de esta editorial, como los 7 juegos de mesa de la colección Little de Djeco, o el recientemente reseñado juego de mesa Twisty, en cuyo artículo decíamos que, definitivamente, Djeco no tiene solamente juegos para niños, sino también juegos más familiares. A continuación, tal como os hemos contado, vamos a enseñaros algunos de sus juegos de velocidad de procesamiento, de esos en los que «gana el más rápido».
Dado que vamos a ordenar estos juegos por edad mínima recomendada, no queremos olvidarnos de los dos primeros, que ya mencionamos dentro de la colección Little, ya que sería el que se situaría en primer lugar:
LITTLE OBSERVATION
Se colocan en la mesa las nueve mariposas bicolores y se tiran los dos dados de colores. El primer jugador que coja la mariposa cuyos colores coinciden con los de los dos dados, se lleva una ficha de mariposa. El primer jugador que consiga 5 fichas, gana en Little Observation. Se puede jugar desde 2’5 años aproximadamente (a veces hay que esperar hasta los 3 o 4 para que lo entiendan), aunque es mejor que jueguen niños de la misma edad entre ellos, porque un adulto o un hermano mayor siempre va a ganar. Se puede intentar hacer cooperativo poniendo un tipo máximo y un número de fichas a conseguir entre todos.
LITTLE ASSOCIATION
Otro juego de velocidad para peques desde 2’5 años, pero perfecto para niños algo más mayores, ya en Infantil. Hay tres «universos» circulares con la imagen de un huerto, un prado y una charca, llenos de elementos. Cada universo tiene asociada la figura de un animal (conejo, vaca y rana, respectivamente). Hay un montón de tarjetas con la imagen de un elemento de uno de los universos. Se da la vuelta a una tarjeta y, el primero que localice el elemento que aparece correspondiente al universo, debe coger el animal de ese universo y colocarlo sobre el mismo. Se puede escalar en dificultad, lo que lo hace de este Little Association un juego fantástico ¡en el que los niños son capaces de ganarnos!
SAVANIMO
- Jugadores: 2-4
- Edad: 5+
- Tiempo: 10 minutos
- Mecánica: Acción simultánea / Reconocimiento de Patrones
- Editorial: Djeco
- Autor: Sébastien Decad
- Diseñador: Philip Giordano
- Habilidades: Razonamiento lógico, atención, visopercepción, coordinación óculo-manual, velocidad de procesamiento, flexibilidad cognitiva, control inhibitorio, tolerancia a la frustración, tolerancia al estrés
- Precio: 27€
Un juego en caja grande (mucho más que su contenido, eso sí) que llamará la atención de todos porque es, sencillamente, precioso. Las figuras no pueden ser más llamativas y más bonitas, y la mecánica es tan sencilla que es perfectamente accesible para peques desde 5 años. Puede pasarnos lo mismo que con los de la colección Little y, con los más peques, será más difícil jugar sin ganarles. Sin embargo, en cuanto les dejemos practicar un tiempo, serán capaces de ponernos las cosas difíciles. Savanimo es un juego precioso que además nos permitirá aprender o repasar vocabulario de los animales de la sabana africana.
CÓMO SE JUEGA
La mecánica del juego de mesa Savanimo es muy sencilla. Tenemos 6 figuras de animales: 3 naranjas (jirafa, gacela y león) y 3 grises (hipopótamo, rinoceronte y elefante). ¡Aseguraos de que los jugadores los identifican! Los colocamos formando un círculo en el centro de la mesa, de manera alterna colocando los grises y los naranjas. Lanzamos los 5 dados (1 de color gris/naranja, 2 de animales naranjas, 2 de animales grises) y, todos a la vez, tenemos que actuar rápidamente.
Lo primero que hacemos es fijarnos en el dado de color: si sale naranja, nos fijamos en los dados naranjas y, si sale gris, nos fijamos en los dados grises. Los otros, los obviamos en este turno. A continuación, dentro de los dados que sí miramos:
- Si en los dos dados sale el mismo animal, hay que coger ese animal.
- Si en los dos dados salen animales distintos, hay que coger el animal del otro color que se encuentra entre esos dos animales.
El primero que lo consiga correctamente, se lleva una ficha. Si alguien se equivoca, debe devolver una ficha. Al devolver un animal, se cambia de posición con otro de su color. El primero que consiga 6 fichas (o más o menos, según queramos alargar o acortar el juego), habrá ganado en este juego de mesa Savanimo.
ARCHI CHATO
- Jugadores: 2 (podría jugar 1 a modo solitario de puzles)
- Edad: 6+
- Tiempo: 15 minutos (por decir algo, puede ser más y menos)
- Mecánica: Acción simultánea / Construcción de patrones
- Editorial: Djeco
- Autor: N/A
- Ilustrador: N/A
- Habilidades: razonamiento lógico, visopercepción, localización espacial, coordinación óculo-manual, atención, memoria, monitorización, velocidad de procesamiento, tolerancia a la frustración, tolerancia al estrés
- Precio: 26€
Recuerdo las imágenes de uno de los stands de Essen 2017: el de Archi Chato. Conos/torres blancos con figuras geométricas pequeñas de colores que, puestos unos sobre otros, parecían emular la construcción de alguna isla del Mediterráneo. Desde entonces y, especialmente, cuando me dijeron que había que ser el más rápido en reproducir un patrón, me dije que debía probar este juego. Lo prometido es deuda: lo he probado. Y, tal y como preví entonces, me ha encantado. En casa ya hemos empezado a jugar (sin tiempo, sino como construcción «libre») desde 4-5 años y, en talleres, ha encantado por su estética y por la mecánica.
CÓMO SE JUEGA
En el juego de mesa Archi Chato, cada jugador tiene un set de 9 «pirámides cortadas» (definidas como «conos» en las instrucciones), 6 grandes y 3 pequeñas -que encajan en la parte superior de las grandes-. Se colocan las cartas grandes de desafíos (con el «modelo») bocabajo entre los dos jugadores. Se le da la vuelta a la primera carta, visible para ambos. A la vez, los jugadores tratan de colocar los «conos» unos sobre otros hasta formar exactamente el mismo modelo con las construcciones. Algunas requieren superponer pequeños en los grandes y otras no.
Cuando un jugador termina, para la partida y se comprueba si lo ha hecho bien. Si es así, gana la carta como un punto. Si no, la gana el adversario. El primero que consiga cinco cartas, gana la partida. Fácil, rápido y divertido. Y, aunque sea de velocidad, en el juego Archi Chato, el tiempo es mucho más lento que con otros juegos de estas características, por lo que es más probable que guste a aquellos que se ponen más nerviosos con la velocidad.
LABYRINTIX
- Jugadores: 2-4 (ampliable a 5 si tienen espacio)
- Edad: 8+
- Tiempo: 15 minutos
- Mecánica: Acción simultánea / Reconocimiento de patrones
- Editorial: Djeco
- Autor: Cédric Martínez
- Ilustrador: Aurore D’Estaing
- Habilidades: Razonamiento lógico, atención, visopercepción, coordinación óculo-manual, velocidad de procesamiento, flexibilidad cognitiva, control inhibitorio, tolerancia a la frustración, tolerancia al estrés
- Precio: 19€
Si te dicen que un juego sin letras te puede ayudar con la lectoescritura, a lo mejor te cuesta creerlo. Durante la carrera de Psicología, estudié lo que eran los «movimientos sacádicos». Sin ser especialista, podemos decir que serían los movimientos rápidos de «escaneo» que hacen los ojos cuando están leyendo o inspeccionando visualmente algo. Últimamente tengo más contacto con varias maestras de Audición y Lenguaje, por lo que me comentan lo importante que es entrenar este tipo de movimientos para mejorar la lectoescritura. Pues bien, juegos como Labyrintix, además de ser rápidos, divertidísimos y bonitos. nos pueden ayudar con este fin. Para mí, una mezcla genial entre ¡Galletas! y Jungle Speed.
Las cartas cuadradas de Labyrintix tienen dos lados: el anverso y el reverso. El anverso muestra un «laberinto» con 8 flechas señalando una de 8 posiciones posibles (ortogonal y diagonal). Cada una de ellas, comenzando por la flecha roja, señala a otra flecha, de manera que, siguiéndolas (con la mirada), se llega a una que finalmente «sale» de la carta, señalando hacia afuera por un lado. Cada lado, además, es de un color. El reverso de la cartas es de dos tipos: tótem (cuatro tótems) o color (4 colores).
CÓMO SE JUEGA
En el juego de mesa Labyrintix gana el primer jugador que consiga 7 cartas. Las cartas se «ganan» consiguiendo resolver más rápido que los demás, jugando todos a la vez, cuál es el tótem que hay que coger. Los cuatro tótems se colocan alrededor de un hueco en el que cabe una carta, dejando a cada tótem a un lado de la misma. El mazo de cartas bocabajo se queda al lado, fuera de los tótems.
Se le da la vuelta a la carta de arriba del mazo y se coloca con el laberinto hacia arriba entre los 4 tótems. Todos a la vez, los jugadores hacen el recorrido de las flechas con la mirada. El primer jugador que localiza la salida, coge el tótem que corresponda:
- Si la carta superior del mazo de robo tiene el reverso de «color», entonces el jugador ha de coger el tótem que sea del color del lado que señala la flecha que sale del laberinto.
- Si la carta superior del mazo de robo tiene el reverso de «tótem», entonces el jugador ha de coger el tótem que esté en el lado que señala la flecha que sale del laberinto.
En el caso de que lo haga bien, se queda la carta a modo de punto. Sin embargo, si se equivoca, pierde una carta. Hay tres cartas que no tienen salida porque se genera un bucle. El primero que grite «Tótem» gana la carta. Y así es Labyrintix.
CONCLUSIÓN
Los juegos de velocidad de procesamiento suelen ser juegos rápidos y, si no nos importa perder o ganar, divertidos. Nos enseñan a soportar mejor el estrés y la presión inminente y nos ayudan a trabajar la tolerancia a la frustración. Se suelen explicar muy rápidamente y suelen implicar tensión y muchas risas. Además, hay juegos de este tipo para todas las edades. Como hemos podido ver, editoriales como Djeco tienen juegos de velocidad de procesamiento desde 2’5 años hasta 99 (o 122, como nos gusta decir ahora). Además de Little Observation y Little Association, los juegos de mesa Savanimo, Archi Chato y Labyrintix lo demuestran.
Os gusten o no este tipo de juegos, está claro que tienen numerosos beneficios y que, en términos generales y competitividad aparte, suelen ser juegos divertidos para la mayoría. En el blog de Ruth Cerdán, Aprender Paso a Paso, tenéis otras 6 propuestas de juegos para trabajar estas habilidades, por si queréis echarles un vistazo. Y a vosotros/as, ¿qué tal se os dan estos juegos?
