La carrera por el reciclaje ha comenzado. Como ya os contáramos en el artículo de juegos de mesa para la educación medioambiental, el juego es una forma estupenda de transmitir e incorporar aprendizajes. Es por ello que existen serious games o juegos serios (pero divertidos) que nos ayudan a trabajar diversos conceptos. Uno de ellos sería sin duda el juego de mesa sobre reciclaje Rubbish Race, que nos trae Cayro the Games.
¿Qué encontrarás en este artículo?
RUBBISH RACE
- Nº personas: 2-4
- Edad: +6 años
- Tiempo: 15 minutos
- Mecánica: acción simultánea, emparejado rápido
- Editorial: Cayro the Games
- Autoría: Krlos Mengual
- Ilustraciones: Dany Molero
- Precio: 18,95€ aprox. en vuestra tienda friki de cabecera u online.
Siempre es una buena noticia que incorporemos el juego a nuestra vida como método de aprendizaje. Rubbish Race no innova en la mecánica, ya que seguramente resultará fácilmente reconocible de otros juegos muy famosos que, por ella, son muy divertidos. Sin embargo, sí en el contenido, ya que no hay muchos juegos de mesa sobre reciclaje específicamente.
Por un lado, mecánica conocida y divertida, por otro, contenido interesante. Nos queda resaltar el aspecto estético del juego. Y es que tanto la portada como luego las ilustraciones y, por supuesto, la originalidad de los cubos de reciclaje de colores en madera, hacen que el juego llame la atención.
REGLAS DEL JUEGO RUBBISH RACE
Son las fiestas del pueblo y se celebra la prueba de colores. ¡La fiesta del reciclaje! El objetivo del juego es ser la persona que más rápido recicle los residuos de las tarjetas, consiguiendo más tarjetas que el resto.
PREPARACIÓN
Se barajan las tarjetas de residuos y se meten en el tarjetero. Podéis dejar algunas fuera, porque no caben todas y así es más fácil para sacarlas luego de una en una. Tumbad el tarjetero o ponerlo vertical, como queráis, para que os sea sencillo sacar las tarjetas.
Se colocan los 5 tótems-contenedores en el centro de la mesa. También se coloca la tarjeta de «Punto Limpio».
CÓMO SE JUEGA
Por turnos, una persona se encarga de sacar una tarjeta del tarjetero y colocarla a la vista de todo el mundo, mostrando el residuo de la tarjeta.
Todo el mundo a la vez, debe intentar agarrar el tótem-contenedor del color en el que corresponda tirar ese residuo. Cuando alguien tome uno, voltea la carta del residuo para mirar qué contenedor le corresponde. En la parte trasera de la carta, aparece el contenedor del color correspondiente:
- Si es correcto, se queda con la tarjeta. Le servirá como punto.
- Si no es correcto o debería haber ido al Punto Limpio, dejamos una de las tarjetas conseguidas previamente y las devolvemos a una pila de descartes junto con la tarjeta de este turno.
En ocasiones, hay residuos que no se tiran a uno de esos 5 contenedores, sino que pertenecen al Punto Limpio. En ese caso, todo el mundo debe quedarse esperando sin agarrar ningún contenedor. Cuando pasen unos segundos, se comprueba, volteando la carta, si era de Punto Limpio.
- Si efectivamente era de Punto Limpio, se toma esa tarjeta y se coloca debajo de la carta de Punto Limpio.
- Si no era de Punto Limpio, se lleva al descarte y no se la lleva nadie. ¡No hemos conseguido reciclarlo bien!
CONTENEDORES DE RECICLAJE
Antes de jugar, es interesante recordar qué residuos se depositan en cada contenedor:
- Amarillo: envases metálicos o de plástico y briks, vacíos.
- Azul: envases de cartón y restos de papel (libres de comida).
- Verde: envases de vidrio, botellas, frascos y tarros (sin tapones).
- Marrón: desechos orgánicos, restos de comidas, servilletas usadas, etc.
- Gris: el resto de residuos no reciclables en los otros contenedores y que no sean peligrosos para el planeta.
- Punto limpio: aquellos que serían ser grandes o peligrosos si se tiran a los contenedores tradicionales, como mueble, pilas, electrodomésticos, etc.
FIN DEL JUEGO
La partida termina cuando una persona consiga 10 tarjetas. Esa persona habrá ganado la partida.
CÓMO MODIFICAR EL JUEGO RUBBISH RACE
Una actividad interesante que se puede hacer en casa es la de clasificar sin más. Es interesante sobre todo si los y las peques (o mayores) aún no conocen dónde se recicla cada residuo.
La actividad es sencilla. Se colocan todos los contenedores y el Punto limpio al alcance. Se van sacando tarjetas y se van colocando con calma en uno u otro contenedor, clasificándolos. Se comprueba que es correcto y se asigna a su contenedor. De esta forma, vamos memorizando dónde va cada residuo.
HABILIDADES Y COMPETENCIAS
Gracias entre otras cosas a sus mecánicas, el juego Rubbish Race va a permitirnos poner en marcha una serie de habilidades cognitivas y socioemocionales. Vamos a ver cuáles serán los beneficios que podría tener.
HABILIDADES MÁS ESPECÍFICAS
- Atención. No puede faltar la atención en este juego en el que tan pronto como se reconoce un estímulo (la tarjeta de residuo) hay que intentar dar una respuesta.
- Memoria. Tenemos que tirar de nuestra propia memoria declarativa, ya que debemos recordar en qué contenedor se recicla cada residuo.
- Velocidad de procesamiento. Entra en juego gracias a la mecánica de acción simultánea y emparejado rápido, ya que te obliga a dar una respuesta lo más rápido posible.
- Control inhibitorio. Si nos equivocamos, perdemos una tarjeta, por lo que no podemos dar respuestas sin pensarlas previamente, ya que acabaríamos con muchas penalizaciones.
HABILIDADES MÁS GENERALES
- Visopercepción. Como es normal, la visión tanto del residuo como luego de los colores de los contenedores, es necesaria. En ese sentido, Cayro nos recomienda que si hay dificultades para la discriminación de colores, se pueden numerar los tótems para que se relacionen de alguna forma con el tipo de contenedor.
- Coordinación óculo-manual. Rápidamente hay que llevar nuestra mano para coger el tótem que consideramos adecuado, y no otro.
- Flexibilidad cognitiva. Que la tarjeta anterior haya sido Punto Limpio no significa que esta lo sea. Quizás tengamos que esperar o quizás tengamos que lanzarnos a por un contenedor, dependiendo del residuo.
- Tolerancia a la frustración. Cuando nos quitan el contenedor bueno, cuando nos equivocamos, etc. sucede esta frustración, pero estamos jugando y, en parte, en eso consiste. En equivocarnos y aprender.
CONCLUSIÓN
Como hemos indicado, el juego de mesa Rubbish Race es un juego muy interesante para aprender y practicar el reciclaje. También para ayudar a concienciar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
Un juego que, aunque no tiene una mecánica innovadora, sí resulta atractivo en su formato y en su estética, así como en el contenido a trabajar. Sin duda, una opción muy a tener en cuenta para trabajar este tipo de conceptos en el aula y diversos talleres.