El destino más completo del mundo: Perú

Hace casi un año os conté que soy viajera y os hice un breve recorrido por los países que había visitado hasta entonces. A raíz de mi espíritu explorador y viajero, alguna vez me han preguntado cuál ha sido mi destino favorito. Obviando el hecho de que yo me bloqueo simplemente cuando me preguntan cuál es mi color favorito (suelo decir que el verde, pero es que el rojo me gusta mucho y suelo vestir de negro, y…), esta en concreto es una pregunta aún más complicada y, de hecho, tiene varias respuestas.

El viaje que recuerdo como una experiencia más gratificante y completa posiblemente fuera el que hicimos a Vietnam con el bebé Dragón, y seguramente sea por el hecho de haber viajado con él, que lo convirtió al viaje en una aventura especial y a las personas que lo vivimos en el objetivo de anécdotas más tiernas y divertidas, debido a la actitud de los demás al viajar.

Otras veces me hacen una pregunta más específica, que es, en concreto, cuál es el mejor destino para visitar. Obviamente es aún más difícil, porque depende de gustos y situaciones personales, pero tanto Mr. B como yo solemos estar de acuerdo en decir que el destino más completo para viajar, especialmente si se trata de uno de los primeros viajes de aventura, es Perú. La gente se sorprende bastante ante esta respuesta y suelen responder con un: “Ah, por Machu Picchu, ¿no?”, ante lo cual solemos mirarnos, sonreír y decir “Ay, si fuera sólo por eso”.

PERÚ: EL DESTINO MÁS COMPLETO

Si bien es cierto que Perú fue uno de mis primeros destinos (después de Bolivia, Portugal, algunas ciudades de España, Turquía y un recorrido por los Balcanes) y que esto puede influir en el impacto que me causó en cuanto a su riqueza, también es cierto que no era la primera vez que salía de España y ni siquiera la primera vez que visitaba Sudamérica. Además, he hablado con varias personas que han visitado Perú y algunas están de acuerdo conmigo. Otras no. De esas otras, la mayoría se niegan a dar un país en concreto como respuesta a la pregunta, ¡así que las descarto por cobardes!

¿Por qué digo que Perú es el destino más completo? Básicamente, se trata de un destino en el que tienes una orografía muy diversa: desde el desierto de Huacachina (con su oasis y su to) hasta el glaciar de Pastoruri, pasando por la selva del Amazonas, la isla de las Ballestas o la cordillera de los Andes. Además, también tienes construcciones humanas muy distintas: desde la ciudad de Lima hasta las ruinas de Machu Picchu o Chan-Chan, pasando por la selvática Iquitos y la hermosa Arequipa.

RECORRIDO POR PERÚ EN 24 DÍAS

Este viaje, que hicimos en 2009 (antes de tener hijos) duró realmente 10 semanas, porque Mr. B y yo empezamos en Perú, pero continuamos por Bolivia y terminamos en Argentina. De esas 10 semanas, casi 4 fueron en Perú. Es importante decir que fue un viaje no organizado, es decir, no llevábamos ningún alojamiento reservado salvo la primera noche. Uno de los motivos fue que muchas noches dormiríamos en los (fantásticos) autobuses peruanos para desplazarnos entre ciudades.

Generalmente, cuando uno llega a la estación de autobús de cualquier ciudad en Perú, hay unas cuantas personas que te ofrecen taxi y hostales. Dado que los precios nos parecían razonables, elegíamos entre esos (a veces echando un vistazo a la Lonely Planet de turno para que al menos nos sonara el nombre). Este fue el recorrido que hicimos:

• Día 1: Lima. Básicamente estuvimos intentando superar las bofetadas de jet lag y poca cosa hicimos además de comprar provisiones de comida para llevar en la mochila y dar un paseo por Miraflores.
• Días 2, 3 y 4: Amazonas (con base en Iquitos). La mayoría van a Puerto Maldonado, lo cual lo convierte en extremadamente turístico. Iquitos también lo era, pero menos. Si aún sigue existiendo, recomendaría “Lodge Fuente del Amazonas“, especialmente si podéis hacer la excursión de 3 días con el guía nativo bora Edwin. Una de las mejores experiencias de nuestra vida, de auténtica inmersión (y nunca mejor dicho, porque nos bañamos en el nacimiento del Amazonas) en la vida real de allí, sin teatros ni indígenas disfrazados. Allí, como os conté, pesqué y comí pirañas.

  

  

• Día 5: Iquitos. Ver el pueblo, hacer excursiones, ver el mercado flotante (ojo, con el guía nativo, porque si vas solo parece que es muy peligroso), ver el Mariposario (hay monos aulladores, un oso hormiguero y otras especies, que parecían en muy buen estado, pero desconozco el nivel de respeto animal real).
• Día 6: Lima. No nos gustó, pero es que no vimos ningún museo y luego nos arrepentimos, porque al parecer hay auténticas joyas.
• Día 7: Trujillo. Fuimos en bus. Hicimos una excursión a las ruinas de Chan-Chan y las Huacas del Sol y de la Luna (foto de la derecha), y visitamos Huanchaco.
• Día 8: Trujillo. Es una ciudad agradable, pero no es muy grande, así que se puede descansar o, como nos pasó a nosotros que éramos unos ansias: aburrirnos.
• Día 9: Huaraz. Como llegamos muy temprano, ese mismo día cogimos una excursión (con la agencia “Montaña de Cristal“) a la Laguna de Llanganuco. Una preciosidad. Merece la pena el viaje. Nota: si se elige hacer las tres excursiones en Huaraz, recomendamos que, además, se hagan en el orden en el que hicimos nosotros, porque van de menos a más esfuerzo físico y de menos a más altura, que se agradece para aclimatarse.
• Día 10: Huaraz. Excursión Ruinas de Chavín. Lindo e interesante, sobre todo si os toca un guía profesor como el nuestro. Encantador.
• Día 11: Huaraz. Excursión por el Nevado Pastoruri (subimos hasta un glaciar, una experiencia increíble). Si es posible, buscad al guía Jack, un escalador profesional.

  

  

  

• Día 12: Paracas. Después de dormir en bus de camino a Lima, cogimos otros bus a Paracas y nos montamos en un barco rumbo a la Isla de la Ballestas (muy famosa por su diversidad ecológica, muy especial). Después fuimos en bus a Ica y de ahí un taxi a Huacachina. No me pidáis que vuelva a hacer este recorrido hoy, porque creo que no me quedaría nada en el estómago al final del día.
• Día 13: Oasis de Huacachina. Imperdible. Y por favor, hay que hacer el paseo en buggy por las dunas del desierto (lo hicimos con la agencia Dessert Adventure y con el -entonces- 6 veces campeón de rally, Jesús), y hay que hacer sandboarding. Es obligatorio. Aconsejable también coger la excursión de la tarde para ver el atardecer en el desierto.
• Día 14: Ica. Tampoco hay mucho que ver, por eso pasamos la mañana entera en el desierto (subiendo dunas a pie y cosas absurdas y divertidas de esas). Sólo vimos el Museo Regional de Ica (por las momias, bastante impresionantes).
• Día 15: Arequipa. La ciudad es realmente preciosa. El Monasterio de Santa Catalina hay que verlo y el Museo de los Santuarios Andinos es interesante, para ver a “Juanita, la niña de los hielos”, una momia congelada (aunque el vídeo que te ponen es infumable).
• Día 16, 17 y 18: Trekking por el Colca. Yo ahora me alegro de haber hecho este trekking, pero no volvería a hacerlo ni loca. Queríamos hacer un trekking e hicimos este. Mala elección, sin lugar a dudas. Tendríamos que haber hecho El camino del Inca. De todas maneras, el cañón del Colca sí es interesante verlo, aunque sea desde el Mirador Cruz del Cóndor.
• Día 19: Cuzco. Es una ciudad muy bonita. Ese día estábamos matados de los tres previos, así que sólo paseamos algo por la ciudad, pero tiene bastante que ver.

  

  

  

• Día 20: Ollantaytambo. Fuimos en un taxi compartido desde Cuzco. El sitio se ve perfectamente en unas horas, pero es muy agradable de pasear, y también tiene una fortaleza maja. Por la tarde cogimos el tren a Aguas Calientes (Machu Picchu pueblo).
• Día 21: Machu Picchu. Nos levantamos a las 3:30 a.m. y subimos andando dos horas hasta la cumbre (las ruinas de Machu Picchu) para ser de los primeros 400 y obtener así una entrada para subir (una hora más) al Huayna Picchu -la “nariz” del indio de la foto de Machu Picchu-. Una auténtica experiencia subir con frío en plena noche sin ninguna luz rodeados de sonidos y oscuridad, sin saber exactamente dónde estaba la cumbre y cuándo íbamos a llegar. Entonces era la única manera de obtener esas preciadas entradas. Ahora se compran aparte. Pero nosotros molamos más por haberlo hecho así, que lo sepáis.

  

• Días 22 y 23: Cuzco. Visita de los muchos monumentos y lugares de interés de Cuzco. Insisto: es muy bonita. Nosotros no teníamos el Boleto Turístico porque no éramos “de museos”, así que uno de los dos días nos sobró porque no sabíamos descansar. Hoy lo aprovecharíamos con los niños, sin duda.
• Día 24: Lago Titicaca. La mayoría de la gente hace esto o vía Perú o vía Bolivia. Nosotros fuimos vía Bolivia, porque continuamos nuestro viaje por ese maravilloso país (del cual es la mitad de mi familia) y porque, de las dos ciudades “base” para ver el Lago (Puno, en Perú, y Copacabana, en Bolivia), todo el mundo nos desrecomendó Puno y los que habían ido (yo incluida, que ya había estado), recomendaban Copacabana. Cogimos un barco a la Isla del Sol. Allí son importantes dos cosas: 1) visitar el norte de la isla y escaparse a la Isla de la Luna, y 2) abrigarse (madre, qué frío).

Nuestra ruta mental inicial incluía una excursión a las playas del norte de Perú, pero lo desechamos por falta de tiempo. Sería una gran idea incluirlas, pero especialmente las que están más al norte, como Máncora, que entonces nos comentaron que es paradisíaca.

Y bien, después de ver la ruta y las fotos, ¿no os parece que Perú puede ser uno de los destinos más completos del mundo? ¿Qué otro destino así de completo conocéis?