El otro día tuve una estupenda visita en casa. Mi hermana la diseñadora (quien me hizo la friki-invitación de boda que colgué en este post), mi cuñado el friki con mi sobri la sonrisa, y mi hermano el informático vinieron de Dorne (Sevilla, mi ciudad natal) para «adorar al niño», al pequeño Tritón.
¿Qué encontrarás en este artículo?
BEBER COCA-COLA
Como suele ocurrir con estas visitas, hablamos de muchas cosas. Entre ellas, de cuando éramos pequeños. De cómo nos criaron nuestros padres, de recuerdos infantiles, de qué hitos construiremos nosotros con nuestros hijos… Una de las cosas que hablamos fue sobre las bebidas con gas (léase, los «refrescos»). Nos preguntamos cuánto de asiduamente las tomábamos y desde qué edad.
Casualmente, un par de días más tarde, una buena amiga rescató una foto que subí hace un año a mi Facebook, en la que aparezco yo con unos 4 años tomando… ¿adivináis qué? ¡Coca Cola! Ni más ni menos. La reina de los refrescos. Aquí tenéis la foto en cuestión (adorable, ¿verdad?).
En nuestro caso, no tenemos intención de dejar que el Dragón y el Tritón tomen refrescos a tan tierna edad: preferimos que tomen algún zumo o similar. De todos modos, incluso aunque podamos ser más flexibles en un momento dado, desde luego la cafeína estará prohibida durante más tiempo. Mordorpedia os lo aconseja, amiguitos. ¡La cafeína afecta al desarrollo cerebral de los peques!
ELEGIR SU PROPIA ROPA
También hace tres semanas estuvieron mis padres en casa y hablamos un poco de la ropa de los hijos. Les comenté que yo recordaba perfectamente la primera vez que me permitieron elegir mi propia ropa. No sabemos qué edad tenía (estimo unos 6 años), pero era un conjunto amarillo y blanco del que me acuerdo bien porque de pronto «descubrí» que podía elegir y tenía que decidir cuál era mi ropa favorita… Cosa que nunca antes había sopesado.
Desde mi punto de vista, dejar a tu hijo decidir sobre su ropa y sus juguetes es bastante interesante en la medida en que ello le ayuda a saberse consciente de su capacidad de decisión, la responsabilidad, las consecuencias de dichas decisiones e incluso sus gustos y su propia identidad. Por tanto, el Dragón está empezando a decidir ya en muchos aspectos a sus 2 años. Su moto favorita es rosa, como ya visteis en este #MiércolesMudo.
TENER SU PROPIO SMARTPHONE
Otra cuestión que también se ha hablado mucho es el tema de a qué edad tendrán nuestros hijos su propio teléfono móvil. En mi caso, el mío me llegó a los 15 años, cuando tener un móvil no era precisamente la norma. No sé qué haremos con los nuestros, pero no me extrañaría que lo tuvieran (con restricciones) quizás antes de los 12… Y es que los tiempos cambian, ¡y la presión social hace mucho!
Y vosotros, ¿qué otras restricciones y autorizaciones recordáis especialmente o bien teméis con intensidad para el futuro de vuestros hijos?
Creo que todos los padres nos planteamos en un momento y otro estas cuestiones. Mi hijo cumple seis años mañana y no fue hasta la semana pasada que le ofrecimos probar la coca cola. Él no había mostrado interés en ella hasta que ese día nos comentó que algunos de sus amigos la tomaban… y decidimos que con 6 años… no había problema. Y adivináis? No le gustó para nada!!!! 😂😂
Respecto a la ropa el fin de semana siempre escogen lo que se quieren poner. Y cuando vamos a comprar les dejo elegir. Eso sí! Primero elijo yo en función de precios y necesidades… y luego ellos pueden decidir el modelo o color. Si les doy carta blanca una que yo me se sólo tendría vestidos….
Lo de los móviles y tal…
aún no lo he pensado… todo se verá!
Pues de estas que comentas… Yo el tema de la coca cola o de los refrescos azucarados y con gas en general también intentaré retrasarlo lo máximo posible, aunque se que llegará. Ya en muchos cumples hay niños de su clase que lo beben y Valkiria ya pregunta que es eso, pero de momento no tiene mucha intención de probarlo, ni nosotros de dárselo. Con el manojo de nervios que es esta niña, solo le falta cafeína, jajajaja
Lo de la ropa, en cambio, con dos años ya empieza a elegir algunas cosas, lo último unas sandalias que se empeño en, incluso, pagar ella, ¡la dependienta se meaba de la risa!
Y del móvil mejor ni hablamos porque miedo me da!
no se muy bien como iran estos temas, yo por lo pronto le pregunto ahora mismo a mi bichita de menos de 3 años que ropa quiere ponerse.. este o este y escoje ella xD, hasta ahi su grado de independencia. Las gaseosas, cafeina y similares los quiero lejos, y el móvil más aún, si quiere uno que lo pague 😛
Sobre la ropa, yo escojo dos modelitos y ella elige cuál se quiere poner (siguiendo las pautas que nos han dado en la guarde). Pero en cuanto a comida, preferimos la comida sana y por el momento ni nos planteamos que pruebe coca-cola ni demás. Hay tanto tiempo en la vida para comer guarrerías! Ya se hartará. Pero en los primeros años, cuando se está formando de verdad, soy de la opinión que cuanto más sano mejor. El esfuerzo para crear buenos hábitos es ahora.
Sobre dispositivos móviles y electrónicos: también reducidos. Entre salir a jugar, a nadar, pintar… y la tele, ¡está claro lo que es mejor para un niño!
Por supuesto, cada uno en su casa que haga lo que quiera… =)
Lo de la cocacola es de análisis… Yo de pequeño tomaba refrescos (aunque era más de sabor limón), pero si, de bien pequeños empezábamos.
A mi peque ya han intentado dársela con mi oposición con la típica coletilla del «por un poquito no pasa nada». Que obsesión.
No recuerdo cuándo empecé a tomar coca-cola (bueno, a mí de pequeño lo que me gustaba era el Kas o Fanta de Naranja). Y no me he planteado cuándo beberán mis padawan, a corto plazo no lo veo para nada.
Elegir la ropa, Mario no es que elija, es que EXIGE ropa. Normalmente, de Rayo McQueen, aunque ahora lo que le gusta es ir «igual que papá» según dice. Así que si llevo camiseta de Star Wars él quiere también (no son iguales, pero sí que son de Star Wars ambas). Y así con todo (vaya, es justo el tema del último post de mi blog).
Y los móviles, sí que he leído sobre el tema, preguntado… me gustaría el punto intermedio entre no dárselo demasiado pequeño, pero tampoco ser el padre radical que se empeña en que su hijo sea el último de su clase y amigos en tener móvil.
Yo tuve móvil con 18 porque es cuando se popularizaron. Pero ahora que ya está a la orden del día, entiendo que alrededor de los 10 a 12 años será normal tener móvil. Pero supervisando los contenidos, o limitando llamadas salientes… algo de eso sí que habrá que mirar. También a ver cómo es cada niño de responsable.
Uff es chungo, pero aún queda bastante, no? 😛
Queda bastante… o no. El tiempo pasa rápido. Volando!
Me parto con Mario y Rayo McQueen, aunque mola mucho que quiera ir como papá 😉
Y lo del teléfono creo recordar que hiciste una encuesta y todo! Supongo que lo iremos viendo. Yo opino como tú!
A mí de las restricciones que me preocupan y con la que soy más estricta, a parte de con los refrescos con azúcares añadidos, es con los caramelos y golosinas, que para mí ensucian el estómago, quitan el hambre y no lo soporto como premio a buenas acciones ni nada por el estilo. Lo de escoger su ropa o teléfono lo iré pensando dentro de unos añitos, jeje. Besitos!
Yo tengo la suerte de que al mío no le van mucho los dulces, pero ya me ha pedido MIS chuches alguna vez y le he dicho que eran de mayores… jajaja
[…] mayores y ellos tenían derecho a disfrutarla (y mi yo de 4-5 añitos se aprovechó de no tener esa restricción paternal). He de decir que he leído también, gracias a la biblioteca mi hermano El Friker, bastantes de […]
Yo no creo que sea tanto el gas de las bebidas con gas, sino el azúcar (la cafeína también, claro). En eso, con los zumos estamos en las mismas. Los zumos procesados aún peor. En mi caso, mi niña de 6 apenas bebe agua y zumos naturales hechos en casa, y aún así pocos. Lo mismo para todo tipo de chuches, caramelos, y golosinas… No suelen entrar en casa. Incluso de bebé la acostumbramos al yogur natural sin azúcar (sí, ése que es tan agrio) y le gusta, y no se queja. A veces compramos de sabores, pero no generalmente. Por lo general, intentamos evitar el azúcar y/o procesado todo lo que podemos. Luego se pone como una moto.
Tienes absolutamente toda la razón. Poco a poco me he ido concienciando del tema. Y sí, hay que parar un poco el tema del azúcar. Pero cuesta! 😀