Holanda: ruta de 10 días y motivos para ir con un bebé

En agosto de 2014, cuando el Dragón cumplía 8 meses, decidimos pasar las vacaciones de verano recorriendo Holanda durante 10 días. Estamos acostumbrados a viajes bastante más largos, pero ese año yo ya había empleado buena parte de mis días libres en estar más tiempo de «baja maternal» con él. Además, quisimos ser prudentes y no lanzarnos a la aventura (tal como solíamos), con nuestro primer gran viaje con el bebé.

Como ya conté en mi presentación viajera, desde que nació hasta esos 8 meses ya habíamos hecho varias pequeñas escapadas probando nuestra capacidad para viajar con nuestro Dragón, y nos había salido bien, así que nos lanzamos.

¿POR QUÉ HOLANDA?

Decidimos ir a Holanda por varios motivos:

IMPRESIÓN GENERAL:

• Varios amigos habían estado recientemente y lo recomendaban (sí, el clásico culo veo – culo quiero, es un sistema de decisión que funciona mucho conmigo…).
• Vimos rutas y fotos en artículos sobre el país y nos gustó bastante.

LOGÍSTICA:

• Nos pareció un destino asequible para el tiempo de que disponíamos (10 días).
• Dentro de la ruta, los trayectos entre ciudades son cortos y, al hacerlos en coche, era probable que el Dragón los durmiera.
• Era un destino con un sistema sanitario a priori cómodo y cercano para nosotros, en caso de emergencia.

SENSACIÓN DE VIAJE:

• Lo considerábamos suficientemente distinto de España como para considerarlo un «gran viaje» y no una escapada.
• Podíamos visitar dos países ¡por el precio de uno! Aparte de visitar Holanda, nos acercamos a Bélgica dos días.
• Había que coger un avión. Que da como gustillo, ¿no? (A nosotros al menos sí).

RUTA DE 10 DÍAS POR HOLANDA (Y BÉLGICA)

Preparamos el viaje con mucho entusiasmo y al detalle, cosa a la que estábamos poco acostumbrados, pues nuestro estilo ha sido siempre el de «reserva el avión y la primera noche de hotel… y luego ya veremos». Esta vez reservamos hasta la sillita de bebé para el coche. La ruta que preparamos fue la siguiente:

– Día 1: Vuelo Madrid – Amsterdam. Llegada, compra en supermercado (un clásico) y descanso en el hotel.
– Día 2: Amsterdam. Día de turismo tranquilo por la ciudad.
– Día 3: Marken – Monnickendam – Edam – Texel. Un día de ruta compleja pasando por varias ciudades, tomando un ferry y llegando a la isla de Texel.
– Día 4: Haarlem – Leiden – Delft. Turismo por ciudades preciosas.
– Día 5: Kinderdijk – Gante – Brujas. De molinos holandeses a la majestuosidad de la arquitectura belga.

– Día 6: Brujas – Breda – Utrecht. Perdiéndonos por los campos neerlandeses.
– Día 7: Utrecht – Castillo Haar – Gouda. Gran experiencia, culinaria y monumental.

– Día 8: Parque Nacional de Hoge Veluwe – Den Bosch. Naturaleza, pastelitos y ciudad.
– Día 9: Giethoorn – Amsterdam. Recorrer en barca la «Venecia del Norte» y volver a visitar Amsterdam.

– Día 10: Amsterdam – Madrid.

Viendo el mapa y los tiempos, se ve que no somos de parar mucho en las ciudades. Muchas personas nos dicen que el ritmo era elevado para viajar con un bebé. Nuestra experiencia fue tremendamente positiva. El Dragón se lo pasó en grande jugando con sus juguetes viajeros (el dragón verde, uno de ellos), dándonos besos y trepándonos, gateando, intentando andar persiguiendo patos… Un bebé lo es en cualquier parte y, por lo que he vivido, siempre que se les deje espacio y tiempo para serlo, van a ser felices estando con nosotros.